Momentos de soledad y pasion

Momento de soledad y pasión

A través del aire,
me llega tu efluvio,
olor de hembra magnifica,
de ardor un diluvio;
se conectaron de pronto,
sin razón aparente,
el deseo de tu cuerpo,
lejano, y ardiente,
con el motor infernal,
que maneja mi mente,
causando un deseo sexual,
fuerte, y exigente.

A través del espacio,
llegan las ondas,
de tus ardientes ocasos,
que a tu cuerpo rondan;
y así como transportados,
tus dulces sentimientos,
desbordas mi cuerpo,
con deseos perfectos,
y entonces ¿que me queda?
Si no puedo hacerte el amor,
solo vivir un solitario momento,
con tu rostro, y mi pasión.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Pensamiento

Sucedio al fin

Tatuaje

Tatuaje

Nacimiento del placer,

en curvas bellas, bordeadas,

de hermosas mariposas,

volando en la alborada;

envase de dorada miel,

que en ilustre morada,

quedose impávido el pincel,

que dio color a la mañana.

Caderas que en un resuello,

desataron mí soñar,

entre vuelos polvoreados,

del polvo mágico de amar,

adornos no necesarios,

enmarcó el duro cincel,

en tu cuerpo, en el sudario,

que es tú bella piel.

Tatuaje de impresiones,

que logran demostrar,

tú carácter rebelde,

que desea libertad,

y por eso mariposas,

reflejan tú indómito soñar,

son hermosas, y libres,

como tú vida, y tú pensar.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor
USA

Dibujo de letras.

Burbujas

Burbujas

Solos en una playa,
el sol cayendo del cielo,
y tú, y yo amándonos,
con inusual develo,
tomaba yo tu cabellera,
disfrutaba tu desnudez,
en el agua compañera,
de aquel bello atardecer.

Tornado tu cuerpo,
tu espalda en mi pecho,
unidos por el placer,
del sexo bien hecho;
nada… nada, se estruja,
y toda mi respiración,
crea un millar de burbujas,
cuando hacemos el amor.

Entrega total de amantes,
fiereza que en inmersión,
llenan nuestros cuerpos,
fundidos de pasión,
tomas mi pelo mojado,
yo te ato por la cintura,
de burbujas rodeados,
torbellino de ternura.

Hoy solo, recordando,
aquella tarde de amor,
se me llena el sentimiento,
y se me aprieta el corazón,
pues me veo retozando,
y tu cuerpo, aún me empuja,
rodeado por aquel torbellino,
de acuoso amor, y burbujas.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

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Amor de leones en celo

Amor de leones en celo.

Te tomaré las manos,
sentada encima de mí,
como una enredadera de amor,
que se mueve, y me cubre;
con ardor, y sudor,
muévete, no dejes de hacerlo,
siente mi piel, quemando tu cuerpo,
y ahora prepárate al placer,
porque volverás a ser mujer.

Permite a mi lengua llegar,
a lugar antes prohibido,
déjame morder tu nuca,
hazme perder el sentido,
te haré el amor duro, fuerte,
como lo hace el león, a su hembra,
dejándote sin aliento, y hambrienta,
dame tu sabor, y tu olor de mujer,
déjame sentir, tu aliento de hembra.

Muérdeme, y pelea conmigo,
la pelea del sentimiento,
y siente en ti, el madero,
de mis deseos, de mí pensamiento;
cabalga cual amazona incansable,
enredaré mis dedos en tu cabellera,
pidiendo no te detengas, de amar,
hasta que llegue la primavera,
no pares; ese ardiente cabalgar.

No pares ahora, y déjame suspirar,
dame tu cuerpo, dame tu desnudez,
y con ella dame el sabor de tu miel,
deja mi voz a tus oídos enredar,
en un constante suspirar,
mi polen bañara tu vientre,
apagando el fuego de tu sien,
tratando de competir siempre,
con la tenue brisa, que nos baña la piel.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor.
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Fantasia de Amantes

Fantasía de amantes.

De sueños llena la alborada

de placer nuestro atardecer,

juntos pegados en éxtasis,

éxtasis de hombre y mujer;

sentada sobre mí,

dueña de mis espacios,

moviéndote suavemente

despacio, muy despacio,

subiremos allá a lo alto

al monte del placer,

para allí gozarte,

mi hembra mujer.

Luego a una bella playa

en la tarde enamorada,

iremos a hacer el amor

mejor que en la cama;

el aire, secara nuestro sudor

de cuerpos desnudos al sereno,

en noche, sin inhibición

noche de amor supremo,

que estimula nuestra pasión,

viviendo poseídos… arrogantes;

por la ilusión, y el deseo

de una fantasía de amantes.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor.

Dilema del poeta.

Dilema del poeta

Pelo negro, como el azabache,
como negra noche de pasión,
ojos de cuarto menguante,
linda estampa del amor.

Risa como cascabel,
mirada dulce, risueña,
incrédula mariposa,
de los colores dueña.

Del oriente una flor,
loto fresca en la alborada,
coqueta como el ardor,
que refleja su mirada.

Y como en una mixtura,
de colores y canción,
se unieron en ti criatura,
blanca espuma y corazón.

Fuego y hielo, noche y día,
costumbres y tradiciones,
que te regalaron los dones,
de candor y melodía.

Nada se puede obviar,
cuando se escribe un poema,
del triste poeta el dilema,
que le hace escribir y soñar.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

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Yo te haria

Yo te haría

Yo te haría mil versos,

si a mi lado estuvieras,
todos nuevos, todos bellos,
solo si tú quisieras:

escribiría sobre ti,

sobre tus formas, y maneras,

sobre tu tierna mirada

que alumbra la primavera.

Yo te haría una canción

te regalaría flores,

si en tu corazón

estuvieran mis amores;

mostraría tus inquietudes,

como en fotografía,

solo que con mis letras

yo te dibujaría.

Yo te daría caricias,

te cantaría canciones,

que te recordaran

nuestras ilusiones;

y por hacerte

¿que no haría?

Si por poseerte,

hasta mi vida daría.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Que mas te podre decir

Que más te podré decir

Que más te podré decir

a ti una mujer hermosa,

 que quiero hacerte vivir,

una ocasión libre, y preciosa;

 que sentimiento, puede describir

a un te quiero, o a un te amo,

 si tu corazón no puede sentir,

ni puedo tomarte la mano.

Si no puedo mirar tus ojos,

dilatar tus pupilas con un beso,

y en el momento de amar

llevarte al mismo embeleso;

que más te podré decir

sin verte, allá en la distancia,

que al fin calme las ansias

 que tengo de tu piel sentir.

Que más te podré decir

tu, rosal que te marchitas,

 por no tener el agua que incita

al sensual verbo del sentir;

ya nada, todo ya esta dicho,

y si no me quieres creer,

que Dios ponga su mano

 y alguna vez lo puedas saber.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Conquista

Conquista

Besaría tus labios con pasión,

si pasión en ellos hubiera,

te robaría todas las fresas,

de tu eterna primavera;

bajaría por tu cuello,

como una enredadera,

dejándote sin resuello,

como hiedra, Diosa bella.

Detendría mi camino

en los cerros de tus senos,

y besaría los terrenos,

que condenan mi destino,

bajaría por tu vientre

y en tu hermoso ombligo,

vertería no se… champán

o quizás un tinto vino.

Sin demora llegaría

a las curvas de tu vientre,

llenas de mi hombría

tentándome los dientes,

con el deseo de tomar

de tu cuerpo sorbo, a sorbo,

la jalea de tu amar,

sin apuro… sin estorbo.

Si pudiera soportar

la belleza de tu cuerpo,

la mirada de tus ojos

y la juventud de tu tiempo,

al poste de mi amor,

te dejaría agarrada,

para que a cada movimiento,

hagas temblar la alborada.

Y mientras hirviendo te veo,

entre suspiros, y rezos,

dejare todos mis deseos

en tu vientre, bien adentro,

para que nunca olvides,

la pasión de este varón,

que conquisto tus ojos

y también tu corazón.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Maestros

Maestros 

 

Lírica, ciencia, gramática,

carrera de divinidad,

es la que hombres, y mujeres,

escogen para la humanidad;

dejan abierta la puerta

de todo entendimiento,

y a jóvenes inexpertos

les dan el conocimiento.

Se llaman maestros, simplemente,

y sin más aguda explicación,

sabemos que son la base

para toda la educación,

hoy una dama me pidió

un reconocimiento,

a estos esforzados maestros,

de la sociedad el cimiento.

Y yo como lo he practicado,

entendiendo un pedido tan serio,

este poema he logrado

sobre el difícil magisterio;

al final ya complaciendo

el tierno, y dulce pedido,

a todos los maestros,

que Dios los tenga protegidos.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Soñar

Soñar

Que maravilla es soñar

pues a pesar de estar lejos,

no se pierden los reflejos

que nos hacen suspirar.

Noche a noche en fantasía,

sueño con tus caricias,

nace en mí la poesía

me envuelvo en sus delicias.

Te veo tan joven, y bella,

que brillas en mi oscuridad,

como brilla una estrella

en la noche del mar.

Veo tu cuerpo exacto,

oigo tu risa cascabelera,

es tan real, como si al tacto

 estuviera tu cabellera.

Y entonces me despierto

 a mi triste realidad,

tu estas lejos, muy lejos,

y yo dormido, en mi soledad.

José Prado

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De doncella a mujer

De doncella a mujer.

Inocente joven doncella

reina de las dualidades,

mujer incipiente, y bella,

joven de tiernos modales,

candente volcán naciente,

lleno de deseos paganos,

llevando tu alma, y tu mente,

al placer que cubre tus manos.

Resultaste ardiente, hermosa,

tu deseo ahora complacido,

te movías, salvaje, ardorosa

con tu pensamiento perdido,

sentada sobre el hombre,

tu pelo como loca, suelto,

enterado en ti, su nombre,

por tus lisuras envuelto.

Inocente joven que pensaste

que en el amor todo es placer,

ya no eres la doncella,

ahora eres la mujer,

y buscando atrás con denuedo

recordaras la osadía sin par,

de provocar a un hombre con miedo,

ese truhán, que no te supo amar.

Fruto quedo de ese fuego,

ahora crece en tu vientre,

y tú que no eres doncella

sabes ahora lo que se siente,

ya no eres esa joven inocente,

pues tu cuerpo hubo de conocer,

el cobarde orgullo del hombre,

ese hombre, que te hizo mujer.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Confianza

Confianza

Una vez tuve un dolor,

una vez tuve una pena,

y tuve cerca la condena

que causa el desamor;

una vez busque un nombre

donde apoyar mi cabeza,

sentir la paz que asombre

de la amistad, su naturaleza.

Una vez tuviste secretos,

una vez te asaltaron dudas,

por los tristes vericuetos

de la vida, y amarguras;

entonces yo te abrí los brazos,

supimos podíamos confiar,

en ese sano sentimiento

que se llama la amistad.

Desde entonces en lontananza,

desde lejos como el tronar,

supimos que tendríamos

una bonita amistad,

basada en ese valor

que regala esperanza,

Phileo es ese amor

donde vive la confianza.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor