Amor de hoy

Amor de hoy

Saborea, mis lisuras pasionales,

con instintos, salvajes del amor,

que se oiga y se sienta, el vasto rumor,

de bellos momentos, emocionales.

Que se desborden, ríos y manantiales,

que se aspire, del querer sano el olor,

y que se vaya, de paseo el rubor,

hipócrita sentir, de los mortales.

Hoy es día para amar, para sentir y gemir,

para en pecados de amor, delinquir,

sin pedir opinión, sin vanidades.

Hoy he de vivir, con el fuerte denuedo,

que liberta si, de insípido miedo,

al amor de hoy… lleno él de realidades.

Autor: José Prado

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Violeta ilusión

Violeta ilusión

Violeta ilusión de amores,

en solitarias alboradas,

donde se extrañan los olores,

del querer, que tanto amabas,

con esos sueños invasores,

escondidos entre almohadas.

Sentimientos, tan guardados,

que sin darte cuenta se elevan,

a donde vuelan pájaros dorados,

también luciérnagas que queman,

porque son lugares imaginados, 

y en tu mente misma quedan.

Así pasa con las miradas,

que aunque partan con el tiempo,

se convierten en ligamentos,

de recuerdos y madrugadas,

que se quedan muy adentro,

de las almas, bien guardadas.

Así es que nunca, nunca se olvida la pasión,

porque al recordarlas, vuelve a vivir el corazón.

Autor: José Prado

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Sorpréndeme

Sorpréndeme

Sorpréndeme en la cama, mujer hermosa,

no dejes que a destiempo, aburra el amor,

dame tu risa bella, como esa diosa,

que con poderes mágicos, infunde el ardor,

deja que vuele, la tierna y maravillosa, 

ilusión, que se lleva el frío con su calor.      

Sorprende mis antojos, con besos traviesos,

deja en mi pecho, las ansias y el furor, 

de inolvidables momentos inmersos,

en rudas caricias, sin miedo ni rubor,

que choquen los labios, en lugares adversos,

que rujan los dientes, con iluso valor. 

Al diablo vayan, los que aman con tibieza,

que para que amen, hembra y varón,  

no importan ni el lugar, ni la limpieza, 

menos aún importa, la decencia y la razón,   

porque cuando se ama, duro y con simpleza,

es que se ama… es que se ama de corazón.    

Autor: José Prado

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Me enseñaste a amar

Me enseñaste a amar

Déjame regalarte una rosa,

no porque sea día del amor,

solo pasa, que te amo tanto,

como el abejorro, a su flor.

Pensé que fuera, una muy roja,

como la sangre de mi corazón,

pero luego sentí, que era mejor,

rosada, como la ingenua ilusión.

Que reflejara, la pureza del sentir,

que no solo fuera, muestra de pasión,

porque vale más, el amor limpio,

que solo un tiempo, de erótica acción.  

Que cuando te doy un beso,

yo quiero entiendas mujer,

que no solo se unen los labios,

también unimos, nuestro querer.

Hoy que es un día enamorado,

solo… tan solo, te he de recordar,

que hoy mi sol, es aún mas dorado,

porque tú dulzura, me enseñó a amar.

Autor: José Prado

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Tarde para sentir y amar

Tarde para sentir y amar.

La tarde cae, tranquila, hermosa,

con los colores maravillosos,

de una novia preciosa,

con tonos profundos, grandiosos,

nace impaciente la rosa,

también los tulipanes airosos.

Es tarde para sentir y amar,

para olvidar a los insidiosos,

que envidian, lo que no pueden lograr,

y porque son mentirosos,

viven solos, por pensar,

siempre mal de los dichosos.

Pero tú y yo, sabemos la verdad,

sabemos del amor verdadero,

que perdona con piedad,

pues nunca es traicionero,

y sentimos lástima, con bondad,

pues es siempre mejor, amar primero.

Y nosotros somos, amantes perfectos,

que importa lo que digan los demás, 

aquellos perdedores sin efectos,

porque solo al mirarte, no quiero algo más.

Autor: José Prado

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Para amarte nací

Para amarte nací

Déjame bailar contigo si, déjame amarte,

con sentir delicado, tierno, también ansioso,

del amante inteligente, que siente cauteloso,

y con decencia nunca, nunca ha de mancillarte.

Cuando estemos bailando, apretados, suavemente,

deslizaré mi mano, desvistiéndote entera, 

con sutiles formas, con que mi alma espera,

al fin conquistar, tus tiernos sentidos y mente.

Déjame besar tus labios, así sin medida,

como el viento besa, los pétalos de una rosa,

o como el Zun zún inquieto, o aquella mariposa,

que protegen su flor, tan dulce, bella y querida.

Porque para amarte, sin dudas, ni miedo nací,   

y por tus ojos lo supe, desde que te conocí.

Autor: José Prado

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Bello evento

Bello evento

La pasión mueve mis manos,

como tentáculos maliciosos,

corazones, ardientes y humanos,

siguiendo instintos, poderosos.

Porque cuando el deseo grita,

cuando nos sobra el sentir,

la piel quema, y del cielo imita,

a la indómita centella, al gemir.

La oscuridad es buena amiga,

la soledad excelsa confidente,

el tiempo corre y nos hostiga,

yo de él no quiero, ser consciente.

Solo busco tu cuerpo, tus sonidos,

desde la risa, que refleja tu boca,

hasta aquellos tiernos latidos,

que en tu pecho, al amor evoca.

Déjame vida, Dios dame tiempo,

deja que demore mi vejez,

para amarla como el viento, 

y mi última mirada, esté en su tez.

Porque hoy llegó, ese momento,

que siempre, un hombre esperó,

el otoño suave, del bello evento,

que llamó vida, cuando te amó.

Autor: José Prado

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Entrando de nuevo, al mar del amor

Entrando de nuevo, al mar del amor

Entrando en el mar, con calmado paso,

el sentimiento, húmedo en la piel, 

propuesto un cambio, bajo el cielo raso,

que esperas alivie, tu corazón fiel.

Confiado camino, hasta el mismo ocaso,

recto el sentir, tan fuerte como un riel,

esta vez confías, no esperas fracaso,

ya bastante probaste, en tu vida la hiel.

Hoy das al mar de la vida, nuevo horizonte,

porque en tu vida hay, un nuevo sinsonte,

que te canta una vida, con libertad.

Ya se fue tu sufrir, con sus angustias,

ya las flores alegres, no están mustias,

porque has vuelto a amar, fuerte y con majestad.

Autor: José Prado

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Amor que llega de lejos

Amor que llega de lejos

El amor a veces, llega de lejos,
a veces la dulzura, se hace esperar,
así como esas, poderosas olas,
que constantes llegan, del azul mar.

Como ese viento, urgente, tempestuoso,

de un temido, esperado y fuerte huracán,

así demora el sentir, ese acoso,

que a tu corazón, felicidad darán. 

Allá lejos en aquel horizonte,

allá detrás de aquel altivo monte,

nuestro amor nos aguarda, con timidez.

Protegido él, por nuestro sol decano,

con el ardor y deseo, del humano,

allí está, esperando besar tu tez.

Autor: José Prado

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Amantes detalles

Amantes detalles

La tarde cae oscura, con desconsuelo,

el agua se tiñe, de un fiero azul,

creando en la mente, aquel triste desvelo,

que guardamos secretos, en un baúl.

Amor pasado, recuerdos del cielo,

frondosos y altos, como un gran abedul,

hermosos, escondidos bajo un velo,

que los protege, como un buen adul.

El sabio se guarda, con mucho celo,

aquel olor, que guardó de tu pelo,

por si ocurre, la terrible desgracia.

Nunca olvidar, tus amantes detalles,

menos aún, la frescura de tu talle,

que me regaló, tu amor y tu gracia.

Autor: José Prado

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Pícara espera

Pícara espera

Pícara espera, tu mente soñando,

esperando con ansias, caricias de amor,

pelo revuelto, tus ojos dejando,

tus pensamientos, regalando calor.

Aquellos señuelos, van caducando,

ya vas dejando, se olvide el error,

hoy feliz al fin, ya vas disfrutando,

en la vida apacible, de Dios su favor.

Pícara espera, mujer revoltosa,

¿Podrías esperar de mi alma, otra cosa?

Que no sean rosas, caricias, y besos.

Si mi corazón palpita, cuando te veo,

como las olas mueven, al barco reo,

y con poder robas, mis embelesos.

Autor: José Prado

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