Dolor de una pérdida.
Una vez perdí un
amor,
que bajó del mismo cielo,
en una conversación
privada,
sobre una mujer muy
amada,
me dijo lloroso mi
abuelo.
Me habló de su
cariño,
me habló de su
infinita nobleza,
me dijo que nunca
amó a otro ser,
como a aquella,
linda mujer,
que fue siempre para
él, su princesa.
Se mojaron, sus ojos de campesino,
ojos de hombre recio, valiente,
me di cuenta de su gran dolor,
y supe entonces que el amor,
vive en el corazón y en la mente.
En aquel tiempo joven inexperto,
no entendí lágrimas como aquellas,
en aquel titán, coloso y tan hosco,
y pregunté ¿Quien era? A aquel hombre tosco,
y con ojos llorosos, me dijo: Era tu abuela.
Y de pronto sentí el dolor de la pérdida,
cayó de mi corazón el alborozo,
sentí el dolor de mi anciano abuelo,
y ahora ya viejo mirando al cielo,
recuerdo de él, de él sus sollozos.
Hoy recordando aquel día,
me doy cuenta de mi error,
el amor si es bueno, no tiene final,
solo se apaga y llega a acabar,
cuando muere… cuando muere el corazón.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
No comments:
Post a Comment