Manso
corcel
Alazán
de pura sangre, en tiempo pasado,
libre
mi cola al viento, correteando vivía,
¿Como
pensar en dolor? Siendo tan osado,
si
mi cabalgar salvaje, a la llanura bebía.
Cuanta
risa, cuanta osadía, cuanta juventud,
pasó
el tiempo y no me sentía, no me sentía feliz,
veía
pasar la vida, al principio con lentitud,
luego
velozmente, como imparable desliz.
Me
volví hosco, como el mandril,
todo
era absurdo sin condición,
hasta
que en una tarde linda de Abril,
sentí
tu vida y tus ojos de pasión.
Bajé
mi rostro fiero, erizada la piel,
me
dejé acariciar sin resistir,
me
volví manso, un manso corcel,
porque
aprendí un nuevo vivir.
Autor: José Prado
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