Monday, January 29, 2018

Ora con fe mujer




Ora con fe mujer.

Ora por mí, mujer de bello corazón,
no olvides, nuestros amores escondidos,
no olvides aquellos besos, rendidos,
en noches extenuadas de pasión.

Hoy lejanos, los cuerpos carnales,
no dejes olvidar, nuestros momentos,
ora a Dios, que los cimientos,
de nuestro querer, no sean banales.

Ora con fe, mujer fuerte y divina,
pide que en nuestro interior,
nunca muera aquel amor,
que nació, en una noche taína.

Que nuestro fuego, sea eterno,
que lo envidie, hasta el mismo volcán,
que su fuerza sea, la del huracán,
para que vuele a ti, mi sentir tierno.

Pide mi amor, pide que hasta en la Bastilla, 
flote nuestro amor, que es… es una maravilla.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Friday, January 12, 2018

Cárcel de senos




Cárcel de senos

Cascada fresca, es tu pelo negro,
sobre tu espalda, ladera sinuosa,
un bello paisaje, de Montenegro,
del principado, su reina preciosa.

Caderas de cielo, muy limpio y legro,
cintura libre, estrecha y poderosa,
que al soñarte, con ilusión integro,
a un alma que te adora, como diosa.

Gesto grácil, dulce, sensual, coqueto,
hace muy fácil, que amarte prometo,
con fiel dulzura, sin dolor ni escarnio.

Pues en tus rizos, he de vivir preso,
en cárcel de senos, con embeleso,
pues todo lo demás, es un engarnio.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Thursday, January 11, 2018

Llora reina ladina







Llora reina ladina

Dale un puntapié a esa luna,
envidiosa reina, de belleza,
que en esta noche moruna,
opacas tú, a la naturaleza.

Recostada, dulce y modosa,
tus piernas son insolentes,
es la visión más hermosa,
que puedan tener, los videntes.

Llora de rabia, ladina reina,
porque en este, oscuro plantel,
el mismo lucero, su piel refina,
con luz de estrellas, como pincel.

Tú mujer eres, la imagen divina,
del amor tierno, como el clavel.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Recatado momento




Recatado momento

Recatado momento, de soledad,
te robé sin querer, en aquel día,
te sorprendí, como la tempestad,
viendo tu cuerpo bello, con alegría,
y di gracias a Dios, por su piedad,
dejándome ser hombre, con osadía.

Tu piel trigueña, tu negro pelo,
tu rostro hermoso, de mujer,
gitana tarde, que con su velo,
alentaba mis ganas, de querer,
de aquella toalla, yo tuve celo,
cubría tu carne, que deseaba ver.

Tu pelo húmedo, tu inocencia,
mis ojos inquietos, por el deseo,
que imagen, ausente de la decencia,
me tuvo inmóvil, como un reo,
al que se impone, legal presencia,
sin ser culpable, como me creo.

Guardo como recuerdo, mi rima,
el canto dulce, de un tomeguín,
ladrón de sueños, que en tu tarima,
posose quieto, como adoquín,
porque mi alma, que el amor anima,
quedó enamorada, con tu perfil.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Saturday, January 6, 2018

Nuestro amor es...




Nuestro amor es…

Hace ya tiempo, que te conocí,
tanta gente trató, de que te dejara,
que olvidara, la mirada que pedí,
que alguna vez, en mí se fijara.

Hoy que llevamos nuestra vida,
juntos, como aquella vez soñé,
sigues siendo, la cosa mas querida,
y de la que nunca, me arrepentiré.

Hoy tengo tus ojos a diario,
tu voz, que me despierta cada día,
tu amor es, como un sudario,
y tu risa es, es también mi alegría.

Nuestro tiempo es hermoso,
y aunque nada es perfecto,
yo vivo muy, muy orgulloso,
de nuestro amor, limpio y recto.

Que Dios bendiga, esos ojos,
que me regale, siempre tus alboradas,
y que nunca, se ponga de hinojos,
nuestro querer, por dudas malvadas.

No importa, que diga la gente,
menos aún, el chisme sinuoso,
nuestro amor, es demente,
fino, bello y majestuoso.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Tuesday, January 2, 2018

A horcajadas




A horcajadas

A horcajadas, tu cuerpo amante,
lleno de pasión y creatividad,
la noche plena, de altisonantes,
de gemir, suspiros y sexualidad.

Se olvidaron, temores de antaño,
llegó a nuestras almas, la libertad,
que acabó, con el terrible daño,
que impedía sentir, con la verdad.

Se corrió de pronto, el oscuro velo,
ya no huimos mas, de nuestro vivir,
cedimos al sexo, te soltaste el pelo,
y al fin pudimos, ardientes sentir.

Dios perdonó, nuestros pecados,
con ternura de cielo, llena de candor,
supo él, que muy enamorados,
nunca pecamos, todo fue puro amor.

A horcajadas, tu cuerpo amante,
nunca volvió a sentir soledad,
pues te he amado, con querer rampante,
con la fuerte belleza, de la tempestad.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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