Wednesday, May 29, 2013

Verdadera forma de amar


Tus ojos verdes


Recordando tú presencia.


Perfecto momento de amor


Mujer complacida


La mas hermosa


En tus días


En tus días

Cuando suspiras, en esos días,
en que deseas el amor,
tú piel suave hierve,
excitando al corazón;
dejas que corra mi mano,
por tu busto, por tu cuello,
sonríes y gimes de placer,
porque hacer el amor es bello.

Mueves tus caderas,
al sonido de un diapasón,
que nace de las palmeras,
de mí música y mí son,
beso tu cuello esbelto,
y tus labios con pasión,
para recoger de tu cuerpo,
el sonido del amor.

Y entonces como cascada,
se desborda nuestro amor,
en un orgasmo de vida,
que me llena de ilusión,
porque tú cara refleja,
el deseo, y la alegría,
esa, esa que solo hallo,
cuando amas en tus días.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA


En mi soledad


Desnuda, ciega, e hirviente.


Tuesday, May 14, 2013

Huye.


Enseñandote a amar.




Enseñándote a amar.

Si estuvieras conmigo,
una sola, y única vez,
del deseo, y el placer,
sentirías por fin el abrigo;
sabrías del castigo;
que conduce al éxtasis,
con el sentido énfasis,
de tú sexo complacido.

Tan débil, te sentirías,
ante mí carnalidad,
como la barca en el mar,
por la marea batida;
tu boca caería a besos,
en un momento de amor,
como el colibrí en una flor,
que lo llenó de embeleso.

Cuando abrieras tus ojos,
me buscarías a tu lado,
y como buen enamorado,
atendiendo a tus antojos,
te arrullaría para quererte,
y nunca podrías olvidar,
cuando aprendiste a amar,
con tu cuerpo, y con mi mente.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Bellos ojos


Friday, May 10, 2013

Poema en noche serena.


Algun dia niña presa




Algún día niña presa

A pesar de ser coqueta
y de saberte muy bella,
como una lejana estrella,
eres humilde, y secreta.

En vez de sentarte en un trono
te ves cenicienta, pobre,
porque tú, te sientes cobre,
sin ver tu corona de oro.

Tu sencillez es la belleza
y en tu risa esta el amor,
porque aquí en mi corazón,
tú, si eres una princesa.

Y esta linda niña presa
algún día podrá esperar,
su zapato de cristal,
y su carroza de princesa.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

Dualidad de rosas


Sunday, May 5, 2013

Señora de dos caras




Señora de dos caras.

Señora que de antemano,
sueñas con suspirar,
pues me quieres besar,
cuando me das la mano.

Dos caras tiene mi señora,
que a diario mira la vida,
con deseos de una pérdida,
pero decente hora, a hora.

Como te gustaría pecar,
tener el valor de hacerlo,
y porque no perdernos,
al dejarte por mí amar.

Señora que ves pasar,
por tu ventana los años,
pero vives tiempos de antaño,
aunque deseas amar.

¡Ay! Señora que sacrificio,
como duele su corazón,
pues nunca pierde la razón,
teniéndome a su servicio.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Friday, May 3, 2013

Orgasmo



Orgasmo

Cuerpo de fuego centrado
en una hermosa catedral,
donde se adora al amar,
en cuerpos enamorados,
quedó todo bien forjado
en una espada viril,
que te hizo volver a sentir,
pasión por todos lados.

Entornaste los ojos de placer,
se tiñeron tus labios rojos,
y se prendieron los abrojos,
que cubrían a la mujer,
te olvidaste del temor,
y te entregaste al querer,
de ese hombre sin saber,
que te rendías al amor.

Sujetaste bien la espada,
y en el mismo centro,
quedó hasta el cabo adentro,
de tu piel enamorada,
y cantó melodía la gitana,
con castañuela del saber,
que había vuelto a ser mujer,
una dama ilusionada.

Se abrieron tus murallas,
tu sexo humedeció la roca,
de aquella espada que toca,
la dividida guardarraya,
y placer nació sentido,
no en un suave gemir,
fue un rugido febril,
de leones muy unidos.

Que noche, que sarcasmo,
como podía suceder,
que aquella dama mujer,
volviera a tener orgasmo,
que herejía del placer,
que dio placer morboso,
y excitó el sexo poderoso,
de aquella dama, mujer.

Hoy ya de nuevo amanecía,
con un color diferente,
pues llevas en la mente,
la ilusión del otro día,
y creció tu fantasía,
olvidado ya el letargo,                    
y de nuevo, otro orgasmo
te recordó que me querías.   

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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