Alejandro el Grande
Joven valeroso, nació
guerrero de corazón,
orgullosa frente,
nunca temió griega raza,
en su pecho el
rencor, protegía la coraza,
Macedonio rey,
que al imperio Persa conquistó.
Falanges
guerreras, con estrategia perfeccionó,
no pudieron los guerreros,
Persas por gigantes,
huyeron los hombres,
caballos, y elefantes,
en Gaugamela, a Darío
el Persa, él derrotó.
La avalancha
Persa, buscaba el acoso,
pero él valeroso rey,
nunca dio reposo,
con yelmo
conspicuo, su valor no fue en balde,
Hombres, y
bestias, sangre por doquier emanaba,
huyó el cobarde
rey persa, de la batalla,
ganó el rey su nombre,
Alejandro el Grande.
Autor: José Prado
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