Sunday, July 31, 2016

Inquieto




Inquieto

Partí temprano, a buscar tus ojos,
los extrañé tanto aquel día,
como una rama, al capullo de hinojos,
que el día antes, en su lugar florecía.

Dormir ¿para que? Me pregunte azaroso,
si no estas tú, aquí a mi lado,
si mis ojos por buscarte llorosos,
estaban rojos, como un atardecer pintado.

Partí en busca de tu bello ser,
era el penúltimo día de julio,
y yo necesitaba mujer,
de tu risa bella, de plenilunio.

Llegué a tu lado, inquieto,
vi tu ser allí, convaleciente,
entonces delicado, tu mano aprieto,
y un beso suave, puse en tu frente.

Tú dama fuerte, hoy quebrantada,
con espíritu bello, me sonreíste,
calmose mi alma, aquella alborada,
pues dios te guardó, y no lo supiste.

Oré por ti, toda la noche,
y cuando vi que restablecías,
volví a vivir con el derroche,
del mismo sol, todos los días.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

USA


No comments:

Post a Comment