Para que sepas huracán.
Como la ley marcada, sin exclusión,
después de tormenta, viene la calma,
a veces llena, de un dolor que empalma,
y que para algunos, no tiene solución.
Solo el cobarde, sin imaginación,
asume que la destrucción desalma,
y porque aquel viento, rompió a una palma,
sus consecuencias, no tienen solución.
Pero el valiente, avanza como titán,
se embravece, como el poderoso volcán,
y a vencer la maldad, su alma provoca.
A lucha brava, no detiene un huracán,
porque la causa es noble, ya buscaran,
hombres valientes, la solución que toca.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
Dedicado a todas las victimas del huracán Mattew.
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