Amanecer
lejano
Nace
el sol con desenfreno,
con
esa fuerza, con ese calor,
que
llena a este corazón, antes ajeno,
con
este inexplicable amor,
que
hace mí sentimiento, fiero y pleno,
pero
también, tierno como una flor.
Amanecer
lejano, de tu cuerpo bello,
lejano
del calor de tu tersa piel,
de
tus ojos negros, que son el destello,
para
este hombre, tu amante fiel,
que
sufre por no poseer aquello,
que
al no tenerlo, mi vida convierte en hiel.
Amanecer
lejano, aún tengo esperanza,
de
que la tundra fría y lejana,
me
regalará tu ser, con la templanza,
de
un nuevo y bello mañana,
que
acabará mi triste añoranza,
con
tus besos y tu alma cercana.
Ya
mismo tu cuerpo estará, aquí en mis manos,
y
ya no habrán más nunca, amaneceres lejanos.
Autor: José Prado
@Derechos reservados
por el autor
USA
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