Irma
Llegó
la noche ténebre, oscura,
como
esas noches de dolor,
en
el aire no había criatura,
que
no hubiera partido, con temor.
El
viento raudo, con aullido rabioso,
destruyendo
lo que hicimos en la vida,
la
lluvia fuerte, del huracán poderoso,
inundando
nuestra alma adolorida.
El
fragor intenso gritaba Irma,
ese
nombre odioso, y demoledor,
que
en nuestras vidas dejó su firma,
firma
de tristeza, y sinsabor.
Pero
el hombre no se aminora,
siempre
regresa con la fuerza de Dios,
somos
invencibles, y a toda hora,
resistimos
sin decir a la vida un adiós.
Volveremos,
dijo una vez un general,
y
hoy nosotros lo vamos a repetir,
no
nos importa todo este mal,
nada
impedirá nuestro vivir.
Arriba
que a una nos unamos,
arriba
que es hora de reconstruir,
somos
la raza de los humanos,
poderosa,
aunque tengamos que gemir.
Irma
odiosa, tú fuiste a tu final,
y
nosotros, aquí quedamos para luchar.
Autor: José Prado
@Derechos reservados
por el autor
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