Deuda
de letras
Cantaste,
como una diosa sirena,
con
voz clara, sensual y tentadora,
tu
pelo suelto, tu risa altanera,
y
tu personalidad, avasalladora.
Tu
pecho enhiesto, como bandera,
tu
danzar suave, lleno de dulzura,
dejó
a mi alma prisionera,
con
el carácter tierno, de tu figura.
Como
una estatua divina,
quedó
plantada, en mi pecho,
esta
inspiración asesina,
en
un viejo, corazón deshecho.
Te
prometí, un poema mujer,
cuando
aspiré, el olor de tu pelo,
aquí
está, ya pagué dulce ser,
tu
sentir suave, de terciopelo.
La
deuda de letras, está pagada,
merecida
cuenta, que me encontré,
que
Dios te guarde, y tu alborada,
siempre
sea feliz, con tu bebé.
Autor: José Prado
@Derechos reservados
por el autor
USA
No comments:
Post a Comment