Sentir
de engarnio
Llegó
la noche y me hiere la soledad,
los
recuerdos de tibia piel, ya partieron,
y
el frío de una almohada sin piedad,
a
mi ardiente corazón, con hielo endurecieron.
Sabanas
sin entornos, la cama rebla,
no
sabe a quien, de a cierto esperar,
el
sentir es denso, denso como la niebla,
de
un amanecer, de otoño en la mar.
Llegó
la prueba oscura, a mi corazón,
con
la tensión ardiente, del escarnio,
que
deja triste, cabizbajo y sin ilusión,
al
hombre que siente hoy, como un engarnio.
Todavía
aunque algo ya lejano,
siento
a veces, el toque de tu cabello,
pero
el sueño, desvanece en mi mano,
como
el suspiro parte, en un resuello.
Parece
que mi vida, merece tristeza,
que
mi corazón, no merece al amor,
en
mis letras, se esconde la pereza,
que
me da escribir al desamor.
A
esperar queda hoy, mi ternura,
a
esperar queda hoy, mi alma gitana,
esperando
otra vez, a una criatura,
con
alma fuerte, gentil y mundana.
Autor: José Prado
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por el autor
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