Y te arranqué la ropa
Llegó el momento sublime, tu presencia,
allí parada frente a mí, tu ser estaba,
con tu cabellera suelta, tu dulce esencia,
que aquella intima habitación, inundaba.
No pude contener aquel impulso,
que mi cuerpo, sin control dominaba,
en mis venas, descontrolado el pulso,
porque mi corazón, loco palpitaba.
De mis manos, sin querer cayó la copa,
te busqué con impulso y sin resuello,
y sin pensarlo te arranqué la ropa,
y con pasión loca, te besé en el cuello.
Pasó la noche, concluyó la madrugada,
y cuando salió el sol, a tu lado estaba,
envuelta en tu pelo, tu bata pegada,
tus muslos airosos, mi mirada apresaba.
Y de nuevo te arranqué la ropa,
esta vez… esta vez no fui tan rudo,
tampoco rompí una copa,
solo admiré ahora, tu cuerpo desnudo.
En tus ojos hallé, por fin dulzura,
en tu boca el beso soñado,
conocí de nuevo, el amor criatura,
ese… ese que casi había olvidado.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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