Añoranza de piel
Ha pasado más de un mes si,
de haber disfrutado el clavel,
que suave entre mis dedos vi,
como perfumada y dulce miel,
si, era tu prístina y tersa piel,
que en mi pecho mismo sentí.
Fue una tierna añoranza,
cuando entre sueños pensaba,
que había pasado la tardanza,
de volver a sentir tus besos,
tus pechos, erguidos traviesos,
pero desperté, sin esperanza.
Cuando será que de nuevo amarás?
Le dije triste a mi corazón,
se que por vergüenza callarás,
pues no existe humana razón,
que me restaure la ilusión,
de que a mi lado, pronto tornarás.
Entonces desespera, esta mi añoranza de piel,
y se hace inmensa, como la torre de Babel,
pero calma dice mi divino Dios,
su amor de nuevo, pronto sentirás.
Autor: José Prado
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