Nueva osadía
Con pasión le soñaba,
con esa sensualidad principiante,
por que ella sabía,
quien era su galante,
pues le enviaba, hermosas flores él,
se desvivía, añorando su miel,
soñando sin hablar,
entonces despertó,
en sus brazos fuertes, feliz halló,
el deseo de soñar.
Partió de ella el miedo,
sabía ella, que era hermosa criatura,
sabía también decir yo sí, sí puedo,
con su candor y ternura,
llegó a ella aquel, escurridizo amor,
con él, aquel iluso resquemor,
que le llenaba el pecho,
su vientre se mecía,
con esa nueva y fuerte osadía,
olvidó su despecho.
Autor: José Prado
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