A
través de los años.
Tú sangre hierve como la mía,
tú vientre me desea,
tú mente fantasea,
en como el amor te haría,
te resistes al impulso
que te llevara a realizar,
ese deseo inmenso
de volver a sentir, y a amar.
Quieres a pesar de tú juventud,
el deseo de un hombre mayor,
quien sabe para que
pero testaruda es tú razón,
buscas la caricia prohibida,
la imagen de ese ser,
que a otra pertenece
pero que tú deseas mujer.
Tu sangre hierve en tus venas,
y es inmutable como el Abedul,
cuando te vistes serena
de sexual deseo, y suave tul,
yo admiro la belleza
de un cuadro tan adorado,
pero ¿como complacerte?
hombre yo tan gastado.
Sabre de deseos humanos,
por que los años no pasan en balde,
y puedo sentirme ufano
del femenino
estandarte,
de ustedes tengo rima, y pasión
pues no me puedo quejar,
han dejado en mí corazón
experiencia, angustia, y amar.
Autor: José Prado
@Derechos
reservados por el escritor
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