Que lindo es amarte

Que lindo es amarte.

Que lindo es amarte, y despertar cada día,

añorando tus besos, pensando tu mirada,

esa que llena de amor, calor, mi madrugada,

complemento de pasión, deseo, lujuria y agonía.

Que lindo gozar tu risa, que en mis labios moría,

con cada beso de amor, que tierna y enamorada,

mojó tu ser por sensual licor, de miel bañada,

por aquel deseo del hombre, que te desvanecía.

Hoy pleno amo, sueño, también escucho a la vida,

mi alma hoy tiene tu calor, es por tu piel vestida.

protege mis actos, con el amor que me inspiró,

Que lindo sentir, tú agitada ansia que prendida,

lloró, pateó y gritó, por pasiones encendida,

dame más amor mi hombre, pues hoy mi alma suspiró.

Autor: José Prado

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Resurrección

Resurrección

Luna de cielo claro tu mirada,

que alumbra, solas noches de este ser,

con esa brillantez enamorada,

que es tu simple belleza de mujer.

Triste vida, por tiempo olvidada,

solitaria, muda, sin tierno querer,

sentí llegar tu risa, que enredada,

en un beso, tu alma me dejó ver.

Sintió el deseo mi cuerpo solitario,

tu figura guardé en un relicario,

hecho de piel de un roto corazón.

Volvió a revivir, mi alma maltratada,

ya no fue más insensible e inmutada,

y te aceptó feliz, llena de ilusión.

Autor: José Prado

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Si tú supieras que soy tuyo

Si tú supieras que soy tuyo

Si tú supieras algún día,
lo que siente mi corazón,
si supieras la razón,
por la que vivo mis días;
si supieras que al despertar,
vienes a mi mente,
con la fuerza demente,
que solo da el amar.

Si supieras, si comprendieras,
que no existe rival,
que me aleje de tus besos,
que no puedo olvidar;
que la vida, me hizo el regalo,
que tanto esperé,
y al final de mi vida,
tu amor encontré.

Si supieras que el deseo,
no se aleja de mi cuerpo,
y que tengo ganas de ti,
todo…todo el tiempo;
que me hierve la piel,
por recordar tu contacto,
suave y dulce como miel,
que me excita en el acto.

Si supieras, ay… si supieras
que me acuesto con tus ojos,
y me sueño en la rivera,
de tu río de antojos;
que solo al recordar,
que en mis brazos estuviste,
hace mi cuerpo vibrar,
porque tuyo me hiciste.

Autor: José Prado
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Mi necesidad

Mi necesidad

Siento la cruda, necesidad de amarte,

me falta el aliento, si no te veo,

si no siento tus caricias, tu gorjeo,

cuando quieres insinuarte,

si el brillo de tus ojos no veo,

porque es imposible olvidarte.

Necesidad ya esta impuesta,

oír tu tierna voz, tus cantos,

es hermosa la escena esta,

llena de tu lindo encanto,

tu piel que a la rosa apena,

tu mirada, que al sol da espanto.

Necesito tu boca para respirar,

tus labios para comer,

tu piel para descansar,

tu sexo para beber,

tu vida para soñar,

tu alma para querer.

¿Que puedo hacer si te añoro?

Si tengo toda tu claridad,

si tus gestos amantes adoro,

si respiro tu sensualidad,

es por eso que amarte imploro,

porque ya es, mi necesidad.

Autor: José Prado

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Hoy no ibas a decir no

Hoy no ibas a decir no.

Leíste mi pensamiento, suspicaz mirada,

supiste el sentir, que llenaba triste pecho,

con esa fuerte luz, que ardiente me quemaba,

pensando tu rostro, recostado en mí lecho,

lloró aquella alma sola, que silente amaba,

tenía su sentir borrado, triste y deshecho,

pero tú tierna risa, a ella enamoraba,

con el sensual insinuar, de un amor derecho.

Partió al amor mi alma, antes, antes desnuda,

buscando el vestir, de gritos amantes esos,

tú esperabas, ansiosa de mi mano ruda,

toque pagano intrépido, con embelesos,

¿Cuantas veces dijiste no, con triste duda?

Pero hoy no, no ibas a decir no, a mis besos.

Autor: José Prado

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De nuevas ilusiones

De nuevas ilusiones

Volvieron a sonar campanas de amor, 

volvieron apresurados latidos,

la angustia, que anuncia el hermoso candor,

de amantes enamorados, queridos.

Olvidé de la vida, los castigos,

cuando miré de tus ojos su color,

y de tus formas fui yo, aquel testigo,

pues me llenaron de fuerza y valor.

Partieron mis viejas preocupaciones,

me concentré, solo en gozar y vivir,

disfrutando estas nuevas emociones.

Oí tu voz grave, suave que me hizo sentir,

que me devolvió la vida e ilusiones, 

y no pude mas… no pude mas que reír.

Autor: José Prado

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Néctar de amor

Néctar de amor

Tus ojos brillantes como el sol,

tus pechos altos, anhelantes,

tus caderas son el diapasón,

que llenan mis instantes,

con amores, cariño y pasión,

fantasías apasionantes,

que hacen temblar mi corazón,

en orgasmos fieros, delirantes.

De espaldas tus curvas hermosas,

tus muslos sólidos, y tu piel,

enturbian mi mirada ansiosa,

pues estas cubierta, por dulce miel,

tus muslos separados, deseosa,

de que mis labios en tu vergel,

sacien su sed, en la fuente acuosa,

que forma un rosado clavel.

Por todas las convexas cimas, subí y disfruté,

bebí de tu fuente deliciosa, olvidé el tiempo,

hasta que con deseo, tu alma desesperé,

ya no te pudo mas, refrescar el viento,

porque en tu vientre mismo yo coloqué,

aquel vástago que a tu sentimiento,

con suspiros y gimo, alteró tu aliento,

dándote aquel amor que yo… que yo te regalé,

Autor: José Prado

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Feliz en nueva vida

Feliz en nueva vida

Partió la risa, de tu hondo sueño,

se acabó mi empeño,

olvidaste el derecho del sentir,

no quisiste… encender de nuevo el leño,

de quien era tu dueño,

y te fuiste a otro lado, a frío sufrir.

Hoy entendiste, todo el intenso gemir,

que me hiciste vivir,

cuando en tu vida, cambió el diseño,

cuando olvidaste mi dolor compartir,

y llegó otro a rendir,

lo que te pareció… un bello ensueño.

Hoy te ves, con años y arrepentida,

yo feliz, nueva vida,

no entiendes en la tuya, que te pasó,

mi corazón olvidó,

nuevos besos, tienen mi alma encendida.

Hoy envidias, a quien de mi se ocupó,

y aquel amor se llevó,

limpiando mis lágrimas y desvelo,

regalándome el cielo,

que una vez, tu oscuridad me nubló.

Autor: José Prado

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Vestida de piel

Vestida de piel

Me gusta amarte, vestida de piel,

si… me gusta perderme locamente,

en los laberintos de la amarga hiel,

del dolor por amar, intensamente. 

Me gusta que marques, mi cuerpo y mente,

con esa tortura, inevitable y fiel,

que me regalas, tan ingenuamente,

para recto guiarme, como al tren su riel.

Se abrió tu cuerpo, total para mí,

tus pechos se irguieron, fuertes, rampantes,

vestida de piel, hermosa yo te vi.

Desde entonces ¿Como vivir sin ti?

Si cuando te amo, no veo interrogantes,

porque en mi vida yo, yo a mi dios te pedí.

Autor: José Prado

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Felicidad enamorada

Felicidad enamorada

La noche rodeaba, tu ser hermoso,

el esperar tedioso,

el deseo, como el húmedo sudor,

con un sentimiento limpio, precioso,

que deja amor fogoso,

ardiente el querer, de aquel rubor.

Recostada, tu cuerpo primoroso,

era un cuadro grandioso,

que enmarcaba tu arrobado candor,

tus ojos de noche, en mirar brilloso,

con diamantado acoso,

me regaló todo, vida y amor.

Partí valiente a encontrar tus besos,

salgo a chocar, con tu sensual mirada,

con mi alma extasiada,

busqué aquellos deseados embelesos.

Viví de pronto, una linda alborada,

recostado… en tu insurgente pecho,

mudo dolor deshecho,

por mi felicidad enamorada.

Autor: José Prado

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Buscando la pasión

Buscando la pasión

La noche buscaba en su seno,

oscura belleza, pleno sentir,

buscaba la pasión revivir,

en un momento, suave y pleno,

húmedo como el sereno, 

sensual como el gemir.

Buscaba entre piedras del suelo,

en el fino coral del litoral,

en el mismo medio del mar,

en el polo con su hielo,

ni en lo alto, allá en el cielo,

encontraba ella aquel soñar.

De pronto se apagaron estrellas,

llegó inusual oscuridad,

de unos ojos que en verdad,

el universo, llenó de querellas,

ojos de almendras con que sellas,

mi ilusión, con tu beldad.

Encontró la noche, la pasión,

en la luz de tu mirada,

que llenó la madrugada,

con el fuego de corazón, 

que la llenó de ilusión,

y partió rauda, en la alborada.

Autor: José Prado

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Volví a sentir las ganas

Volví a sentir las ganas

La noche me arrollaba,

con soledad y quietud,

mis sueños y mi juventud,

que ya, yo casi olvidaba.

De pronto una figura,

mis ojos admiraban,

mi sentir apresaban,

unos labios con dulzura.

Se acabó aquella noche,

acabó la madrugada,

a mi alma desatada,

regresó todo el derroche,

Reí como un niño de nuevo,

mientras tus ojos miraba,

el brillo de la alborada.

en esos ojos yo me llevo,

Volví a sentir las ganas,

de besar, de volver a amar,

añoré su cuerpo tocar,

cada una de mis mañanas.

Me entregué a su vida,

con una nueva esperanza,

con aquella confianza,

que una vez sentí perdida.

Autor: José Prado

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Cubana mujer

Cubana mujer

Los ojazos abiertos, arrobada,

con ese toque tuyo, tan personal,

orgullosa, de Diosa la mirada,

caribeña belleza sin igual.

Ardiente sangre, cubana y letal,

tan sensual y tierna tu alborada,

movimientos de altiva palma real,

que se mece por brisa acariciada.

Negra cabellera, tan insulsa ella,

de guajira hermosa, sensible y bella,

en mi isla caimán, nació el querer.

Brillante, tan altanera mirada,

dulce voz, por nuestro Dios afinada,

y te hizo al fin, cubana y mujer.

Autor: José Prado

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Huida

Huida

Envidia cruel, me destruye,

tornó lo lindo, en odioso,

me hiere, y luego huye,

asesina de lo hermoso.

Hundiose el barco del amor,

envestido, por necias palabras,

que rebeldes y sin valor,

huyen al monte como cabras.

Y aquel hombre que te amó,

se quedó, victima en el camino,

al amor él no encontró,

parece que es su destino.

Creyó, creyó en tu valor,

en la fuerza de tu mirada,

que lo llenó de ardor,

para amar otra temporada.

Pero de nuevo falló,

su inútil esperanza,

el amor huyó, huyó,

y con él, se llevó su confianza.

Autor: José Prado

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