Róbame los besos

Róbame los besos.

Allí en la piedra, te vi venir,

con tus ojos entornados,

con el placer del sentir,

en tus labios dibujados,

y la pasión de a una vivir,

sexo y amor deseados.

Me besaste, tan fuerte,

que temblé con desazón,

le diste miedo a la muerte,

le diste música al diapasón,

de tu cuerpo con la suerte,

que me devolvió la ilusión.

Róbame los besos mujer,

hazlo con pleno abandono,

ese delinquir te perdono,

pues tú me sabes querer,

siéntate sola en el trono,

que le robaste a otro ser,

Hoy hazme perder el sentido,

aquí recostado en la roca,

que mi alma has perdido,

en sentir de piel y boca,

róbame de mi corazón el latido,

y de mi mente, su ansia loca.

Róbame todos mis embelesos,

róbame todos… todos mis besos.

Autor: José Prado

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La luz de tu amor

La luz de tu amor

Reina de fuerzas, lluvia y tormenta,

tu cuerpo juguetón y travieso,

una combinación del universo,

todo es bello, todo creación perfecta,

todo es cóncavo y convexo.

nada… nada esta en línea recta.

Del Parthenon eres una imagen,

mojada en lluvia mediterránea, 

es conexión de amor, instantánea,

que en sueños hacen volcarme,

en una… una pasión simultánea,

para con tus besos saciarme.

Tu húmeda piel me tienta,

tu pelo mojado y goteando,

en mi alma van dejando, 

aromas sensuales de menta,

que mi sexo van exaltando,

como aquellos cantares de gesta.

Al fin amo, amo con esa locura,

que tiene mi alma muy adentro,

pues ya no tengo el sufrimiento,

que me llenaba de amargura,

por que tu cintura, lleva en su centro,

la luz de tu amor, que fulgura.

Autor: José Prado

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Imaginación

Imaginación

A veces cuando llega la noche,

y con ella el sueño nocturno,

los recuerdos, son un broche,

con que mi dormir taciturno,

me atan a ti, con crítico reproche,

pues amarte, es ahora mi turno.

Te imagino como una reina,

tu piel cubierta de gemas,

tu cabello negro despeina,

la pasión que hay en mis venas,

y tu cuerpo tierno, desnudo,

me borra dolores y penas.

Dormido al fin mi consciente,

se libera mi imaginación,

tomo una espada en mi mente,

y me siento el Cid Campeador,

ni Zeus me dice detente,

ahora soy tu fuerte campeón.

Al fin de todo este sueño,

llega la hora de despertar,

me recuerdo con empeño,

que ya pronto vas a llegar,

y que seré el único dueño,

de todo tu amor y mirar.

Y me recuesto de nuevo,

quiero volver a dormitar,

y abrir mis ojos no quiero,

hasta que logres llegar.

Autor: José Prado

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Notas de música loca

Notas de música loca

Piano de amores, es tu cuerpo,

piano de nota traviesa,

canción pasional es esa,

lira de celo inverso,

escrita en piel de cereza,

llena con un bello recuerdo.

Eres mi tierna azucena,

despiertas mis tormentos,

y te llevas al fin los lamentos,

porque mi alma de amor llenas,

con tus bellos sentimientos,

notas musicales tan plenas.

Piano de amores me tocas,

con la luz de tu universo,

queda pegado mi verso,

con notas de música loca,

en tu piel, que es papiro terso,

pues escritos están, con mi boca.

Cántame tú, lira corta vena,

aunque me lleves al cementerio,

quiero develes, aquel misterio,

aquel…del canto de la sirena,

y que tu vientre sea el escenario,

donde amando, se olvide mi pena.

Autor: José Prado

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Faraóna

Faraóna

Es escultura épica tu figura,

la reina de desiertos y de mares,

Cleopatra es la más bella escultura,

Faraóna, emperatriz de los azahares.

Su piel tersa, era maga y traicionera,

voluntad de los hombres dominaba,

su esfinge la dejaba prisionera,

con un beso de amor los conquistaba.

Con su risa extraña a muchos mató,

a otros, con su actuar de astuto demonio,

su voluntad y riqueza robó,

así hizo a su amante Marco Antonio.

Cuanta mujer hay que nos ilusiona,

y mata después, como la Faraóna.

Autor: José Prado

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Amor de telenovelas

Amor de telenovelas.

Hacía tanto mujer, que no me daban amor,

ese que parece, un sueño de telenovelas,

de esos que dan sin pedir, ese delicioso sabor,

de aquel manjar ansiado, que tanto, tanto anhelas.

Como no recordar de nuevo, si tienes valor,

si a las malas intenciones, no las interpelas,

si crees en mi, si en tus cartas percibo tu olor,

y tu risa es música, de amores en zarzuelas.

Si vieras la verdad, como tiembla mi corazón,

así cuando me dices, amando muy, muy quedo, 

te quiero amor no pares, yo me vuelvo un bribón.

A un deseo tan ardiente, sin remilgos accedo,

¿Quien puede pecar de ese modo? Es transgresión,

entonces sin ambages, en tu vientre me hospedo.

Autor: José Prado

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Nunca he amado así

Nunca he amado así

Sabes algo, creo que nunca he amado,

nunca he amado, como te amo a ti,

es un sentir tan profundo agazapado,

que a veces en mi pecho molesta… Si.

Pero si no te tengo, me lleno de tristeza,

porque te amo así a más no poder,

amo de tu lindo querer la simpleza,

y tú mirada limpia y bella de mujer.

No importa el lugar ni las formas,

cuando loco tengo ganas de amar,

y tu mujer me comprendes y colmas,

mi deseo con tus ansias por calmar.

Nunca he amado así, es la verdad,

tu cuello es para mi tentación,

tu vientre fuente de la maldad,

que me lleva cierto a la perdición.

Tengo que morderte, tomarte del pelo,

tengo que sentir sufrimiento pasional,

quiero mi amor fiero y completo,

allí en tu espalda, completo sembrar.

Quiero malas palabras, quiero tu gemir,

así como lo haces siempre al querer,

por eso hoy se, que nunca he amado así,

a ninguna otra… a ninguna otra mujer.

Autor: José Prado

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Aguas rojas

Aguas rojas

Aguas rojas, como el sentimiento,

rojas como esas rosas que lloran,

rojas como la sangre de tu cuerpo,

como los labios, que mi alma añoran.

Pétalos tiernos cubren tu belleza,

en el agua relajada ante mis ojos,

donde te llenas de limpieza,

y yo… yo me vacío de enojos.

Tu piel hermosa, mi linda hembra,

como no amarte si eres de miel,

como no desearte, si tu cuerpo siembra,

la pasión ardiente en toda mi piel.

Tu posar ardiente, tus ojo cerrados,

eres la misma escultura del amor,

si al moverte dejas premiado,

mi deseo intenso con tu rubor.

Aguas rojas mi bella diosa,

aguas rojas por la ilusión,

de besar tu boca preciosa,

y morir amando tu corazón.

Autor: José Prado

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Traición

Traición

Sola, desesperada, a orillas del mar,

el dolor implícito en tu alma,

es como el verde color esmeralda,

de aquellas aguas llenas de sal,

de traición a tus espaldas,

carbón… emblanquecido con cal.

En tu mente un murmullo,

que no te deja tranquila,

un pensar que te mutila,

tu tiempo ciega en un capullo,

tu vida que ya se jubila,

envuelta en este barullo.

Quieres deshojarte, ahogarte,

en ese mar frente a ti,

quieres como el colibrí,

aletear rápido y fugarte,

o como aquel lento manatí,

solo flotar… flotar y olvidarte.

Ahí… llenando con lágrimas las olas,

tus brazos, lánguidos sobre tu cabeza,

el cielo gris, como el rompeolas,

gris el triste pensar que te apresa,

se marchitaron tus fieles amapolas,

traicionadas, murieron hoy de tristeza.

Autor: José Prado

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Un nidito de amor

Un nidito de amor

Paso el tiempo de la vida,

y de pronto llegó la soledad,

no tenía a donde mirar,

sentí mi ilusión perdida,

momento triste, despedida,

sin esperanza de amar.

Llegaste tú con tu sonrisa,

abriste de mi corazón la puerta,

ella se quedó siempre abierta,

para que entrara la brisa, 

la ternura me llenó de risa,

dejándome esperanza cierta.

Luego cantó el ardor,

allí en puertas cerradas,

en aquel nidito de amor,

en que vivimos alboradas,

entre sabanas estrujadas,

cuerpos y almas en furor.

Un… un nidito de amor,

eso tanto lo necesitaba,

mi vida antes lloraba,

y tú me llenaste de calor,

me regalaste el candor,

ese que yo no esperaba.

Autor: José Prado

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La espera del querer

La espera del querer.

Es ya tarde en la mañana mujer,

se acerca la hora del amor,

a cada ratos miras el reloj,

es la ansiosa espera del querer,

tus labios están rojos del ardor,

y tu vientre añorándome tener.

Tus muslos bellamente adornados,

con esas medias negras de encaje,

que comienzan mi engranaje,

a mover... a mover por todos lados,

porque al ver todo ese andamiaje,

mi corazón, enloquece enamorado.

En el sofá esperando te sorprendo,

que bella y apasionada estructura,

eres toda sexo, toda hermosura,

¡OH mi Dios! No lo comprendo,

como me regalaste a la criatura,

más bella, más bella del firmamento.

Se acabó tu espera, aquel tormento,

besé tus labios, despacio ahora,

nuestro beso es lento sin hora,

desnuda esta la carne y el sentimiento,

porque amarte es para mí la aurora,

que acabó en mi sexual lamento.

Autor: José Prado

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Hacer el amor contigo

Hacer el amor contigo

Hacer el amor contigo, es una aventura,

es un proceso tan letal, como divino,

es como si se abriera, en el mar camino,

y en un nido inmerso, hallarte criatura.

Hacer el amor contigo, no lleva ropa,

es un placer, constante sin espacios,

es convertir el sentir, en un topacio,

hecho él, con tu cuerpo y con tu boca.

Hacer el amor contigo, es tierno,

a pesar de tu reacción salvaje,

que viene de tu natural linaje,

nacido allá, en el mismo averno.

Hacer el amor contigo, es hermoso,

es ir de visita, también al mismo cielo,

es descorrer de los deseos el velo,

y retozar allí, con tu sexo rabioso.

Luego en un amanecer alumbrado,

abrir mis ojos, sentirte respirar,

y al tratar de mover y voltear,

despertarme por tu piel abrazado.

Autor: José Prado

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Sin descanso

Sin descanso

Hoy déjame sufrir mi Dios bendito,

las ganas estas, de poderla amar,

los deseos de morir, que me trague el mar,

o lejos perderme en el infinito.

Si sus labios yo quiero, y no puedo besar,

si la distancia mi amor ha proscrito,

paréceme al querer yo le dimito,

mis ganas de querer y de soñar.

Tan triste ese dolor, que llena mi alma,

que crece y crece, como inmensa palma,

que no quiero, ni puedo yo deshojar.

Partió mi rima sola, buscó el viento,

cantando ella conmigo, aquel lamento,

pues ambos no podíamos descansar.

Autor: José Prado

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Esfinge del sentir

Esfinge del sentir

Tus enojos, tu locura,

tus delicias, tus encantos,

las curvas de tu figura,

tus risas y tus llantos,

de tus ojos la dulzura,

esa que alivia quebrantos,

es tu imagen quien me cura,

mis dolores, mis espantos.

Es tu forma tan hermosa,

de demostrarme el candor,

la que lleva en una carroza,

las lisuras de mi amor,

ese que cada noche osa,

retarme deseo y honor,

con tus labios color rosa,

que alimentan mi fervor.

Así eres mujer, no miento,

eres la esfinge del sentir,

que lleva mi sentimiento,

por las sendas del vivir,

con tierna fuerza de viento,

que me hacen liras escribir,

así eres, así te siento,

en la fuerza linda, de tu reír.

Autor: José Prado

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¿Cuando regresó el amor?

¿Cuando regresó el amor?

¿Cuando regresó el amor?

No lo se, no lo vi llegar,

me sorprendió su olor,

era tan, pero tan especial,

que mi alma suspiro candor,

cuando te pude besar.

Fue un regreso candente,

pues hacía tanto que no lo sentía,

que se enloqueció mi mente,

al darme cuenta que lo tenia,

reía siempre, como un demente,

de cualquier cosa que oía.

Fue lindo, tierno, precioso,

era como volver a nacer,

me sentía tan orgulloso,

porque lo volví a tener,

que te di un beso rabioso,

en tus labios de mujer.

Te amé como el mar a la tierra,

como el rey sol a su luna,

como el llano a la sierra,

porque tuve la fortuna,

de hallar, el sentir que encierra.

Tú tan complaciente y bella,

sonreíste a mi ilusa caricia,

con la luz de una estrella,

y me llené de avaricia,

quise ser toda tu querella,

porque tu amor me envicia.

Autor: José Prado

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