Mujer extraña
No te conocía mujer, tu piel extraña,
creó en mi corazón, un diferente sentir,
no eran nuevas las cosquillas que al delinquir,
siente el hombre ardiente con saña.
Corría en mis venas, calor inmenso,
como ese que viene, en el huracán,
es que con la extrema pasión, se van,
sin freno, la caricia y el sexo intenso.
Alada fuerza, te trajo a mis brazos,
tu vientre fuerte, contraía tu talle,
tus labios jadeaban con mis abrazos,
ni Dios hizo… que tu boca calle.
Húmedo verano, quedó plasmado,
en aquella tarde de sol que abrasa,
fuiste tú extraña mujer esa tasa,
que de sexo bello, me dejo extasiado.
Hoy recordando aquel momento,
nacieron estas letras, con la idea,
de no permitir, olvidar la panacea,
de aquel ardiente sentimiento.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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