Carretera en curva.
Carretera recta, casi hasta el final,
donde de pronto, se hace curva,
de una forma que enturbia,
el foco de mi mirar;
y al ponerme yo a pensar,
de pronto me apeno,
pensando cuanta curva,
y yo... yo sin ningún freno.
Espalda adorada,
llena de amaneceres,
llena de atardeceres,
mi suave almohada;
y mi cabeza recostada,
a tu curvilínea figura,
no puede quedarse quieta,
en tan bella estructura.
Te beso el cuello,
acostada cara a bajo,
y te recojo el cabello,
ante tan lindo agasajo,
sigo camino hacia abajo,
a la curva de tus caderas,
buscando un pedazo,
de camino en primavera.
Tu piel madre perla,
tersa y nacarada,
es un placer verla,
y más aún hacerla amada;
despertar y con mi mirada,
recorrerla ahora completa,
hermosa y curva carretera,
ahora en silencio, y quieta.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
Carretera recta, casi hasta el final,
donde de pronto, se hace curva,
de una forma que enturbia,
el foco de mi mirar;
y al ponerme yo a pensar,
de pronto me apeno,
pensando cuanta curva,
y yo... yo sin ningún freno.
Espalda adorada,
llena de amaneceres,
llena de atardeceres,
mi suave almohada;
y mi cabeza recostada,
a tu curvilínea figura,
no puede quedarse quieta,
en tan bella estructura.
Te beso el cuello,
acostada cara a bajo,
y te recojo el cabello,
ante tan lindo agasajo,
sigo camino hacia abajo,
a la curva de tus caderas,
buscando un pedazo,
de camino en primavera.
Tu piel madre perla,
tersa y nacarada,
es un placer verla,
y más aún hacerla amada;
despertar y con mi mirada,
recorrerla ahora completa,
hermosa y curva carretera,
ahora en silencio, y quieta.
Autor: José Prado
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