Bajo las sabanas
Bajo las sabanas
blancas,
que atestiguaron
nuestro amor,
quedaron los
restos
de mi poder, y mi
ambición,
bajo la presión
inhóspita
de tus manos
aferradas,
quedo la fiereza
de mi mente,
en tu sexo
aprisionada.
Bajo las sabanas
blancas
que rozaron
nuestra piel,
quedaron los
murmullos,
de tu risa de
cascabel,
con ilusiones, y
deseos,
con pasión
cultivada,
quedo todo guardado
entre sabanas, y
almohadas.
Y hoy recordando
tu sentir, y mi
pasión,
se mojaron los
envases,
se derramo, el
corazón;
y mirando tus
ojazos verdes,
y mi suave pelo
de canas,
ya no guardo mis
secretos
aquellos entre
mis sabanas.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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