Diosa Del Caribe.
Mirada profunda,
y sencilla
limpia la forma
de amar,
en ese rostro
rendido
rostro de diosa,
de sexo voraz;
que roba de las
flores su frescura,
y junto a tu dulce
mirar,
queda mi alma
desnuda,
con un denso
suspirar.
Queda tu pelo
suelto al viento,
queda tu rostro
expuesto al sol,
caoba es el
entendimiento
de tus ojos de miel,
y amor;
derrite la lava
encendida
que se esconde
tras tu candor,
inspirando versos,
y palabras,
que nacen del
corazón.
Alma bella, tersa
piel,
cuerpo de
monumento,
muslos que son el
bastión
de humanos
sentimientos,
y junto a la
frescura
que exótica
desinhibe,
nace la bella leyenda
de la Diosa del
Caribe.
Sentada en el
trono, orgullosa
con tierna ingenuidad,
vuela mi verso
travieso
con dulce tranquilidad,
vuela mi risa, en
la loma,
entre palmas que modosas,
postran sus
largas ramas,
ante su bella… su
bella diosa.
Autor: José Prado
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