Luna de mis
senderos.
La luna alumbraba
los senderos,
que mis brazos
caminaban,
con los deseos
que llenaban,
mis ojos villanos,
arteros,
crecieron entonces
prisioneros,
los deseos de mi
alma,
agrandándose la
palma,
que crecía en mis
terrenos.
Tu cuerpo fue
testigo,
del castigo de
mis labios,
mi boca fue el
presagio,
de amores antes prohibidos,
de tu cuerpo quité
el olvido,
de tu vientre la
pureza,
te amé con la
belleza,
de amores
desconocidos.
Tu cabellera en
mis manos,
sosteniendo tu
cabeza,
en mi cuerpo la
tibieza,
de tus deseos
humanos,
bajo la luna
tentadora,
tu espalda
brillaba sudorosa,
y tu cuerpo de
bella diosa,
se agitaba pecadora.
Se acabó el
tiempo de soñar,
llegó la naciente
alborada,
tu piel hermosa
marcada,
quedó por mi intenso
amar,
¿Cómo? Como podría
olvidar,
el brillo de tu sedoso
pelo,
si la luna en su
brillar,
alumbraba…
alumbraba mis senderos.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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