Promesa ante Dios

Promesa ante Dios

Yo se de tus amores

yo se de tus silencios,

yo se de la dulzura

y de tus sufrimientos,

pero me quedo callado

seco como los sarmientos,

de la sabana cuyas cenizas

quemadas se lleva el viento.

Yo se de tu vivir,

se que una vez te maltrataron,

y no estaba yo Dios

cuando tu amor deshojaron;

pero hoy te prometo hacerte feliz

para que te olvides del pasado,

con este amor dulce y bueno

de mi ser enamorado.

Yo borrare las penas

que una vez te hicieron llorar,

yo te regalare rosas

sin que haya necesidad,

no te faltara alguna vez un beso,

una caricia, ni un te quiero,

te lo prometo ante mi Dios

que es fiel y verdadero,

Te prometo ángel mío,

que no habrá más oscuridad,

que no tendrás olvido

dolor, ni mediocridad,

habrá calor siempre en tu cama

aunque sea ya viejo,

pues nunca se acaban mis ganas

porque yo a ti…te quiero.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Las Tinieblas de esta noche.

Las tinieblas de esta noche.

Tinieblas en la noche

y yo en mi amante espera,

buscando de tus pasos los sonidos,

porque mi corazón desespera;

aspiro anhelante

de la noche su olor,

busco en las tinieblas

algún tenue resplandor.

Entonces como el suspiro

que nace sin una razón,

aparece tu silueta

con tu bello clamor,

nos abrazamos apretados

con labios, y lengua pegados,

con el fuego del deseo

de dos enamorados.

No existan palabras,

el sexo es más fuerte,

y como dos adolescentes,

de todo nos olvidamos;

a la cama nos vamos

con la mente caliente,

quiero tomar de tu cuerpo

más que tu sexo, tu mente.

Quiero que hoy tú controles

las tinieblas de esta noche,

cabalgando mi corcel

en concierto de bemoles,

quiero que no te demores

en verter tu acuoso vergel,

¿total para que demorarse?

si volveremos a amar otra vez.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

USA

Mujer

Mujer.

Mujer mezcla bella de Diosa y quimera,

reina del efluvio que causa el amor,

regálame el frescor de las palmeras,

y el brillo del amante sol,

causa el desborde de mi cause

lléname todo de pasión,

como se llena el río de peces

cuando llega la buena estación.

Mujer de sangre fuerte

nacida en cuna de volcanes,

llena mis tierras de lava encendida,

que evaporen hasta los mares,

llévame a los profundos lugares

donde se fabrica el amor,

y regálame el más bello y tierno

para que no muera mi ilusión.

Ámame como la tormenta,

quémame como el fuego,

lléname de frutas, y menta

y no olvides un te quiero,

déjame de ti prisionero

en una cama de rosas y espinas,

pues en el amor verdadero

tristeza y amor son calles de esquinas.

Lléname así mujer ideal

de todo tipo de sentimientos,

placenteros al amar

tristes en sus momentos,

llena mujer mis pensamientos,

con la dulzura de saber,

que eres como yo imperfecta

pero eres mi mujer.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Triste realidad

Triste realidad.

A veces pienso en la distancia,

en el dolor que crea a los cuerpos,

esa trágica, tensión dinámica

que a sentimientos dejan muertos.

Entonces empiezan los deseos,

y el dolor que ellos evocan,

que nos llena el cerebro,

de celos, de ideas y cosas.

Yo diera lo que no tengo,

para sentados ambos, frente al mar,

jugar con tu pelo hermoso,

y besar tus oídos al amar.

En un susurro de amor,

hacer hervir tu piel, 

y yo fundirme en ti,

confiar en tu belleza fiel.

Si supieras, si entendieras

el dolor de mi corazón,

que me ata, y como fiera,

enjaula toda mi de pasión.

Cada noche que te busco,

y a mi lado tu no estas,

una lagrima, solitaria furtiva,

es mi triste, mi triste realidad.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

USA

Sueño de Luna

Sueño de Luna.

La Luna de mis noches,

me regaló un rayo de luz,

era brillante y fuerte,

como lo eres tú,

entonces sospeché

con imaginación,

si seria un mensaje,

mandado por tu corazón.

Tomé aquel rayo de luna,

con mis ojos asombrados,

porque se enrolaba como viento,

se iba él, por todos por todos lados,

me rodeó su luz, en un santiamén,

todo lo cubrían las rosas,

era… era un jardín de Edén,

rodeado todo de mariposas.

Me senté triste entonces,

y grite… grite tu nombre,

entonces el rayo se expandió

y sentí deseo de hombre,

busqué a mí alrededor

la causa de mi sentir,

y vi tu sombra de amor,

lento, hacia mi venir.

No se, no se que paso,

cuando ya casi te tenia,

acá en mis fuertes brazos,

tu cuerpo desaparecía,

y me di cuenta tristemente,

que a pesar de mi empeño,

el rayo de luna se apagaba,

porque todo era… era un sueño.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

USA

Donde Empieza la belleza?

¿Donde empieza la belleza?

Vi unos ojos de luna

claros como la noche estrellada,

sin luces solo faroles naturales

luces de mi madrugada,

y nació de nuevo la rima

que entorpece mi dormir,

porque me alumbraba la luz

la luz de tu vivir.

Existencia humana y bella

que adorna el universo,

es tu hermoso rostro

de gesto tierno y perfecto,

reflejas la pasión

con sencillez absoluta,

con esa brillante mirada

que luna y sol se disputan.

Y yo espectador inconciente

de tanta belleza junta,

solo te miro y me hago

una simple pregunta;

¿Dónde empieza la belleza?

No se si en tuso ojos o en tu boca,

y con tu mirada traviesa me dices

en mi alma que de amor esta loca.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Desde que te vi

 

Desde que te vi

Un día llegaste a mí vida

y desde que te vi.,

no se porque me gustaste

y en tus ojos me perdí.

Tu risa fue cascabel

que retumbo tan fuerte,

que hice un escabel

para no caer de frente.

La dulzura de tú hablar

tú figura inquieta,

en intenso suspirar

movió mí alma secreta.

Desde entonces te he mirado

buscando en ti la ilusión,

que ayude a mi corazón,

tan roto y maltratado.

Y como bailarina

que despliega su arte,

no puedo más que amarte,

porque tú ser me domina.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

 

Mujer de oro

Mujer de oro

Tu roja cabellera hermosa

se soltó en una cascada de sangre,

que cubrió mi rostro

y de ti me dio hambre;

aspire todo el olor

que emanaba de tu piel,

y en un ritual de beso

de tu panal probé la miel.

Te bese como se besa la tierra

donde nacemos,

porque se ama y se quiere

como yo a ti te quiero,

y sentí en mi corazón,

la eterna premura,

de quererte intensamente

con amor y ternura.

No soy igual a ese

que no aprecio tu querer,

que no aprecio la belleza

de tu risa y de tu ser;

yo soy diferente ¡soy loco!

porque como el rey Midas

convierto en oro

todo…todo lo que toco.

Y toque tu cuerpo

ese que decían feo,

y hoy eres lo más hermoso

que cada día veo,

eres mi barra de oro

con ese toque especial,

eres la mujer que adoro

y eso…. Nadie lo cambiara.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Tu sonido de noche

Tu sonido de noche.

El sonido de la noche

y el sonido de tu voz,

con palabras obscenas

esas de hacer el amor,

llenaron de pasión

mi cuerpo y mi mente,

con sonido de noche irreverente

construida por el momento

libertino e insolente

pero lleno de sentimiento.

Mi boca caminaba los caminos

de tus cuevas y hondonadas,

con sus movimientos ladinos

camino a la alborada,

entre gimos y almohadas

como guerrero valiente;

enterré mi espada ardiente

hasta el final de tu vida,

y allí la moví despacio porque estabas

de amor… de amor herida.

Te movías en el eco sonar

de vientos y palmeras,

que demostraban tu juventud

de incipiente primavera,

ardieron las laderas

en las cimas de mis años,

disfrutando como antaño

de los sonidos de la noche,

y en ti me quede mojado,

de tu ser, y mi derroche.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

Lo que me dejaste vivir

Lo que me dejaste vivir

Porque llegó el deseo, y vi tu desnudez,

como se mira una obra de arte,

porque sentí ganas de querer,

deseos de besarte y tocarte,

se llenó mi corazón de poema,

de una bella e ilusoria canción,

que llenó de ansias, y sexo,

de vida… de vida mi corazón.

Porque sentí la tensión,

extrema de tu piel,

y oí tus suaves gemidos,

de infinito placer;

se me puso el alma inquieta,

y se enrojeció mi corazón,

porque se enardeció la razón,

y enloqueció, mi alma de poeta.

Y porque al amarte mujer,

el sentido se me altera,

pues ya crucé la frontera,

que dividía nuestro placer;

dejaré que te diga mi pluma,

lo que anoche pude sentir,

pues un poeta cuando vive,

lo tiene… lo tiene que escribir.

Autor: José Prado

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Un sentimiento precioso

Un sentimiento precioso

A veces cuando no duermo,
al sentir el palpitar,
de recuerdos tan molestos
que no dejan descansar,
hago entonces un demorar,
delegando mis acciones
y mi corazón hecho jirones
por no poder ni gritar,
hace mis almohadas punzones
que mi alma hacen sangrar.

Yo halle en la poesía
una forma de descanso,
que acalla la algarabía
de mi mente con su canto,
y con lágrimas levanto,
este corazón herido
por un amor que he perdido
sin hallar la razón,
ni tampoco explicación
para el dolor que he vivido.

Por ahora me despido,
con un pensamiento groso,
que no hay nada más hermoso
que ser conforme y medido,
y a pesar de lo sentido
y sin alguna vacilación,
ofrecería mi perdón
si fuera este justo y bueno,
y eliminara el veneno
que mata mi corazón.

Así dijo nuestro señor
el amor todo soporta,
lo hecho ya no importa
porque eso es el amor;
es de la vida el candor
la antorcha que merece
un deseo que no perece,
ante el sufrir, y el desamor
pues como la mar se mece,
para aliviar la razón.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

Tu risa y la luna

Tu risa y la luna.

Tu rostro bello apareció,

como de las nubes salido,

todo de pronto se alumbró,

tanta luz, que yo no olvido,

apareció una risa hermosa,

con aquel musical sonido,

era tu voz, tan primorosa,

era canto, del mismo cielo caído,

Tu pelo se movió en cascada,

y cada ves que te reías,

se estremecía dentro de mí,

esta loca vida mía,

la luna que aparecía,

orgullosa en el horizonte,

lloró pues ante ti parecía,

fea, y se oculto en los montes.

Tu risa como un cascabel,

llenaba mis espacios,

y hacia que mis oídos,

te oyeran muy despacio,

para no perder un momento,

de tu risa y de tu tez,

entonces la luna se hizo nueva,

y se fue, se fue de una vez.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Ya no quiero oirte

Ya no quiero oírte

Ya no tengo ganas de pelear,
ya no me interesan tus palabras,
que son como manada de cabras,
salvajes y rudas, en su develar;
ya no tengo ganas de oír tu voz,
que me es ahora desagradable,
pues siento que no es saludable,
para mi dolido corazón.

Ya no quiero oír tus reclamos,
quiero que me dejes vivir,
y de una vez volver a sentir,
que de ti, me lavé las manos,
no quiero más chantajes,
que me hagan sentir mal,
quiero volver a soñar,
y ser yo sin ambages.

Quiero decirte adiós de una vez,
quiero que me dejes en paz,
ya no me importa a donde vas,
ni con quien lo vas a hacer;
no me da tristeza tu vida,
si algo solo me da dolor,
que ya no tenga el calor,
del beso de mi única hija.

O aquel abrazo humano,
que de mi hijo robaste,
cuando mal de mí hablaste,
sin verdadera razón,
por eso te digo de nuevo adiós,
ya no oiré tus palabras,
por soeces y extrañas,
y menos aún quiero oír tu voz.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Por que vivo preguntando?

¿Por que vivo preguntando?

¿Como sabré de tú amor?

que ya es un recuerdo lejano,

¿Cómo sabré del candor?

que tuve en ti, como humano,

¿Cómo sabré del deseo?

de aquel que ahora te ama,

¿Cómo podré si no te veo?

defenderte mí bella dama.

Me pregunto ahora ausente

¿Quien besa ahora tú boca?

¿Quién calmará los celos?

que recordarte provoca;

¿Quién te dirá te quiero?

¿Quien saciara tú amor?

¿Quien será el prisionero?

de tú risa, y tú pasión.

Tantas, tantas preguntas

que no puedo responder,

atormentan mí alma

con tú recuerdo mujer;

y hoy solo meditando,

en nuestras almas divididas,

¿Por que vivo preguntando?

Si ya no estas en mí vida.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

08/12/06