Tu sonido de
noche.
El sonido
de la noche
y el sonido
de tu voz,
con
palabras obscenas
esas de
hacer el amor,
llenaron de
pasión
mi cuerpo y
mi mente,
con sonido
de noche irreverente
construida
por el momento
libertino e
insolente
pero lleno
de sentimiento.
Mi boca
caminaba los caminos
de tus
cuevas y hondonadas,
con sus
movimientos ladinos
camino a la
alborada,
entre gimos
y almohadas
como
guerrero valiente;
enterré mi
espada ardiente
hasta el
final de tu vida,
y allí la
moví despacio porque estabas
de amor… de
amor herida.
Te movías
en el eco sonar
de vientos
y palmeras,
que
demostraban tu juventud
de
incipiente primavera,
ardieron
las laderas
en las
cimas de mis años,
disfrutando
como antaño
de los
sonidos de la noche,
y en ti me
quede mojado,
de tu ser,
y mi derroche.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
No comments:
Post a Comment