Placer oral
Tú cuerpo limpio,
desnudo,
ocupó toda mi
mirada,
que quedó
enfocada,
y en mi garganta
un nudo,
tus pechos
irreverentes,
conspicuos de
sexualidad,
con fingida
ingenuidad,
tú apretabas
sugerente.
Se abrió toda mi mente,
a aquella
seducción,
a la que mi alma
de varón,
no podía ser
indiferente,
ya mi boca
succionaba,
suavemente tus
pechos,
para eso fueron
hechos,
los montes en la
alborada.
Mis manos como
frazadas,
querían cubrir tú
cuerpo,
y mi corazón
inepto,
de pasión
paralizaba,
a tu vientre yo
bajaba,
con singular
destreza,
y mi lengua tocó
esa,
válvula a tu
cascada.
Mi boca
aprisionaba,
ese precioso
botín,
que controlan el
sin fin,
de las aguas de
tu vientre;
y al llegar al
final del camino,
que es el supremo
sentir,
dejaste tu
orgasmo fluir,
en un eterno
suspiro.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
USA
No comments:
Post a Comment