Aroma, belleza, y
dulzura
Tu rostro de
princesa caminaba,
no se por cuan largo
camino,
pues nunca supe
porque destino,
percibí el olor
que te llenaba,
torne mi rostro
que buscaba,
de aquel perfume
el origen,
y tropecé con tus
ojos que rigen,
el nacer de la ardiente
alborada.
Tus ojazos claros
contrastaban,
con tu piel
morena, y dejaste,
un trazo de dulce
chocolate,
por donde tus
dedos pasaban,
olvidé el tiempo,
las horas,
recordando el
olor que emanabas,
y que a mi mente
enamoraba,
con placeres sin
demora.
Ebano construyó tu
estructura,
en tierra de
calores, y flores,
mujer que con tus
olores,
conquistaste mi
ternura,
ojos quedaron
prendados,
del candor de tu
dulzura,
y en mi alma con
premura,
dejé tus aromas
yo guardado.
Autor: José Prado
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