El
dolor del desengaño
Hace años cuando joven,
encontré tu juventud,
sentí que la virtud,
era de tu amor el polen.
Regálame tus abrazos,
te pedí con arrebato,
y de una sin recato,
me enamoré de tu regazo.
Viviendo en vilo, me encontraba,
junto a ti, hombre enamorado,
no miraba yo a los lados,
¿para que? si ahí tú estabas.
Con amor llené tu vida,
con deseos infinitos,
y de pronto fue finito,
me anunciaste tu partida.
Miré a tus ojos tan oscuros,
el color pardo se hizo tormentoso,
y todo lo que antes era hermoso,
era triste, negro, frío, y duro.
Desde aquel humano rincón,
en mi silla paralizado,
sentí que mi corazón había parado,
de sentir por la aflicción.
No te dije nada, no abrí mi boca,
solo de mis ojos perdí el destello,
se iba de mí, lo más bello,
y mi alma de dolor estaba loca.
Hace años, muchos años,
pensé que seria feliz,
pero en mi cuerpo sufrí,
el dolor del desengaño.
Autor: José Prado
@Derechos
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