No te confundas
Hoy me viste, sin
darme cuenta,
y pensaste que mi
andar,
era lento, y triste
al caminar,
como sintiendo una
afrenta,
me lo dijo el corazón,
de alguien que
contigo estaba,
que tus hechos ensalzabas,
por mí supuesto
desamor.
No pienses que es
dolor,
la humedad de mi
mirada,
es que fui feliz
con la amiga
esa misma, con quien
estabas,
no quería que lo
supieras,
porque no te
guardo rencor,
pero tu malvado corazón,
merece que lo
hiriera.
Si una vez
lloraron mis ojos,
cuando heriste mi
sentir,
el tiempo me dejó
volver a vivir,
con fuerza,
ardor, y arrojo,
ya rompí los
cerrojos,
que una vez
ataron mi querer,
y esa amiga que
es mujer,
me amó, y abrió
los ojos.
Equivocaste pues mi
andar
que era lento, y
calmado,
es que otro amor
he encontrado,
y ahora lo quiero
disfrutar,
por eso es lento
mi caminar,
disfruto cada uno
de mis pasos,
y el amor de sus
ojazos,
no tengo tiempo para
odiar.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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