Bailarina exótica
La noche no espera, el público tampoco,
las luces blancas, como estrellas te alumbran,
música se oye, se acabo la penumbra,
solo asombro, que nos llena poco a poco.
Tu cuerpo se mueve, bailarina exótica,
con esa gracia tan dulce, y por qué no, sensual,
que las esposas, tratan a veces de imitar,
buscando en su hombre, reacción erótica.
Que importa, bailarina, ese desprecio cruel,
no pueden asimilar, el momento de placer,
pues bailando solamente, al amor evocas.
Luego de aquella fantasía, viene realidad,
¿Quien te podría olvidar? Si solo con tu danzar,
nos llevaste al cielo, soñando ansias locas.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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