Baño de amor
Como una tigresa, en celo,
provocabas mi pasión,
con el latir del corazón,
paso a paso, con recelo.
Entraste, con esa cautela,
que no se puede predecir,
pues se puede convertir,
en guerra, de fusil y trinchera.
Comenzaste a desvestir,
descubriste la locura,
del deseo que procura,
a tu hombre consentir.
Mojado, tu cuerpo de diosa,
hinchada por el furor,
dejaste viera, mujer hermosa,
tu cuerpo en un baño de amor.
Vi tu boca jadeante,
tus ojos tan pequeñitos,
tus manos fueron el mito,
de tu sentir delirante.
Y entonces, cuando acabaste,
ese fantasioso, y pasional ardor,
supe la razón, por qué dejaste,
viera ese, tu baño de amor.
Para trastornar, mi intelecto,
poeta loco soy, loco de atar,
quedaron sueltos mis versos,
en un largo, y excitante suspirar.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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