Ahogados en el cielo
La vida surgió, en nuestro momento,
fue como un mandato de Dios,
casi desde el nacimiento,
llegó a nosotros tierno amor,
como un perdido libros de cuento,
que de pronto se ha encontrado,
así después de tanto tiempo,
de nuevo, a mi vida has llegado.
Nunca me dijiste te quiero,
ambos guardamos el secreto,
de ese amor intenso y fiero,
dormido él, por completo,
pero la vida con brillo de lucero,
interceptó nuestras vidas,
en un amor que es traicionero,
a nuestras almas compartidas.
Ambos nos amamos con locura,
y ambos tenemos compañeros,
¿Cómo virar atrás el tiempo criatura?
Si somos ambos cruel veneno,
pues ellos son inocentes,
si nos amamos con desvelo,
¿Cómo soñar como gentes?
Para luego ahogarnos en el cielo.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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