¿Cómo? Dímelo tú.
Tatuada tú
espalda,
cubierta a medias
la carne,
mí cuerpo que
arde,
quemándome el
alma;
coqueta la pose,
humano el sentir,
como podré vivir,
sin tu piel, sin
su roce.
¿Como dejaré de
tener ganas?
¿Cómo? dímelo tú
mujer,
si me llenas con
querer,
y la sensualidad
que emanas;
si tú cuerpo es
el fin,
del universo
infinito,
pues no hay algo
más bonito,
que a tú figura
sea afín.
Mujer que evocas
el pecado,
cuando veo tú
hermosura,
grácil, y bella
escultura,
que Dios me ha
regalado,
mirar de
enamorado,
este que llena mí
ser,
mirando con
placer,
tú cuerpo
deseado.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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