Cerrada por años estuvo la puerta,
que abría mi corazón,
llave, candado puesta,
cerrada estaba, a la pasión,
un día sin saber por qué,
olvide aquel cerrojo,
y dejé que un antojo,
robara toda mi fe.
Destruí barreras, salve los muros,
físicos, emocionales y mentales,
fuimos los amantes ideales,
en secreto, allá en lo oscuro,
dos años y medio de pasión,
de un amor apasionante,
y de pronto en un instante,
perdiste tú la ilusión.
¡Terrible! Fue sin explicación,
te retiraste sin palabras,
en una huida macabra,
que causó mi destrucción,
de dolor me llenaste,
enloquecí de enojo,
porque se puso de hinojo,
mí amor, que abandonaste.
Hoy doble candado tiene,
este pobre corazón,
ya no puedo dar razón,
a nadie, no me conviene,
hoy el tiempo se detiene,
frente a esta tapiada puerta,
que no dejaré mas abierta,
al dolor, ni a los desdenes.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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