Enojo

Enojo

Me enoja tu mirada,
me enoja la distancia,
que me llena de ansias,
nunca bien logradas,
quiero contigo perderme,
irme allá al infinito,
y allí a solas completito,
amarnos sin esconderme.

Se me antoja tu belleza,
se me antoja tu hermosura,
que completan tu figura,
esa que el viento besa,
yo tan lejano, tan distante,
añorando tu cuerpo,
acabándose mi tiempo,
en un esperar anhelante.

Me enoja que otra cama,
tenga tu tersa piel,
que otros brazos tu miel,
abracen tus alboradas,
que al llegar la mañana,
y mires a tu lado,
otro cuerpo acostado,
veas en pijamas.

Me enojan los tiempos,
me enojan tus lágrimas,
que te sientas lástima,
por un querer ya viejo,
que maltrates tu vida,
mirando en un espejo,
lo que crees el reflejo,
de una belleza perdida.

Yo admirador enamorado,
envidio a ese truhán,
que solo te hace mal,
pues nunca te ha amado,
me quedo triste pensando,
porque no me conocías,
cuando aquel aciago día,
tu placer ibas entregando.

Autor: José Prado
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