Baño de amor, y deseo
Fue tu deseo bañarte en mi río,
sentir de mi cuerpo, la estocada,
que mi espada, dura, y malvada,
respondiera a tu desafío,
como podría el desvarío,
de inspiración tan poderosa,
no producir una rosa,
en este inquieto versar mío.
De ingrata nunca os traté,
mujer de bella figura,
menos aun tú dulzura,
alguna vez maltraté,
una vez yo te bañé,
con ese fresco rocío,
que fueron los versos míos,
que de tu vida robé.
Quisiste ser orgullosa,
dueña de mis oraciones,
pero ¿Cómo huir de tus prisiones?
Mujer de presencia hermosa,
tus letras primorosas,
¿Cómo poder olvidar?
Si me obligaste a versar,
y a bañarte con mi prosa.
Espera no comas ansias,
la vida a veces regala,
cosas buenas, o malas,
todas ellas en abundancia,
solo algo yo te diré,
lo digo sin arrogancia,
cuando no haya distancia,
seguro, seguro te bañaré.
No creo que sea fresco rocío,
el agua que yo he de tener,
para bañarte bella mujer,
eso… eso si te lo porfío,
la fuente no será un río,
estarás húmeda, y mojada,
pero en esa deseada alborada,
será… será por los labios míos.
Autor: José Prado
@Derechos
reservados por el autor
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