El camino a las estrellas
va minado de tu olor, de tu mirada,
y porque en ese camino voy,
te regalare la estrella,
buscare la más bella,
porque sino se opacaría
ante tu beldad,
esa que alumbra
el camino a la felicidad.
El camino a las estrellas
a ese cielo imaginado,
lleno de amor y Ángeles alados,
va guiado al norte del espacio sideral,
que como es infinito
solo lo podremos localizar
mirando a la estrella reina,
a la estrella polar.
En ese norte fantasioso, de un infinito lugar
ahí se encuentran las estrellas
a donde queremos llegar,
y tu amor… tú sentada entre ellas,
compartiendo una copa
miraras junto a mí al cielo
y entre caricias y besos quedaran
nuestras almas locas
llena de luces, de estrellas, de sexo,
de Ángeles alados, y de humanidad,
pero sobre todo de tu claridad.
Fin
Autor:
José Prado
Derecho
reservado
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