Cita.
Llegue corriendo al jardín
donde esperaba mi reina,
sabiendo que me darías
lo mejor de tu sentir,
allí estabas pensativa
dudosa de mí insistir,
quien sabe cuantas cosas
te habrían podido decir.
Con mi palabra firme
llegue a la cita,
entre solo sin llamar
a la puerta bendita;
llegue sin equipaje
no había nada más bello
solo… solo una flor te traje
una roja flor para tu cabello.
Deje marcado mi amor
en tu estrecho talle,
la marca de mis manos
raudas en su viaje;
deje empotrado un beso
como un tatuaje hermoso,
de luz y color pintados
en tus labios temblorosos.
Enseguida se abrió tu boca
en un suspiro sonoro,
que lleno mi alma loca
y te ame te ame a mi modo,
no se cuando acabo
esta noche de locura,
solo recuerdo tu flor
deshojada con ternura.
Fin
Autor:
José Prado
Derechos
reservados.
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