En mis sueños de hoy
todavía
vive el ayer,
cuando tierno
te amaba
mi dulce y bella mujer.
Cuando todo tenía
el olor de tu amor,
y siempre… siempre reía
con buen humor.
De ti queda el eco
en mi almohada,
tu risa,
y tu voz
tu tierna
mirada.
Y en mi corazón,
tus caricias,
que siempre fueron
y serán mis delicias.
Así de sencillo
sin mucho revés,
siempre
te recuerdo
una vez
y otra vez.
Autor:
José Prado
@Derechos
reservados por el autor
USA
USA
No comments:
Post a Comment