Amor de Diciembre
Fuego, fuego tu cuerpo despide,
es tu piel un ardiente candelabro,
es como si en un descalabro,
el fuego sin piedad te liquide,
y no es así, cuando mis ojos abro,
el fuego de tu piel no reside.
No pierde fuerza en tu desnudez,
eres un fuego ardiente, constante,
me hace querer, y dudar a la vez,
sin quererlo, sintiendo en un instante,
pues el querer pelear con tu tez,
es una derrota segura, humillante.
La piel dulce, como el caramelo,
el deseo. como el fuego de amar,
y yo trato, y trato con desvelo,
de tus amores, poder olvidar,
pero me gana el desconsuelo,
no puedo dejarte de soñar.
Tus manos, tu aliento, tu beso,
tus senos, tu espalda, tu vientre,
las locuras, de aquel embeleso,
nunca aburrí, tu sabor de siempre,
porque de seguro, yo mantuve ileso,
aquel amor, aquel amor de diciembre.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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