Belleza soñada
Inocencia en la mirada, tu cara de niña,
tu picardía flotaba, entre nardos morados,
como si tu figura flotara, llena de morriña,
entre aquellos recuerdos, de enamorados,
jóvenes amantes libres, que en la campiña,
quedaron en amores hervientes, abrazados.
Tu cuerpo es de Diosa, joven sirena,
tu risa es tan suave, como un cascabel,
tus ojos negros, como en una verbena,
alegres contrastan con el rojo vergel,
de unos labios, calientes como la arena,
bajo el ardiente sol, del atardecer.
Mujer de tierra ardiente, caribeña,
que alumbra el sol con su poder,
eres la hermosa arista, costeña,
Dominicana isla, hecha de placer,
donde la belleza misma se sueña,
en tu cuerpo, en tu cuerpo de mujer.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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