Mujer de bella figura
Expectante pero tranquila rama,
tu mirada tierna como el clavel,
pecho impávido, dulce, hermosa dama,
trago suave, de refrescante aguamiel.
Tu risa era aquel sonido que brama,
pero a un tiempo, tintineante cascabel,
fuerte tu voz, exigente cuando ama,
linda reina sentada, con su escabel.
Pasó el cruel tiempo, trató de hacer drama,
borrar de tus ojos el brillo aquel,
y sufrió el rigor de la ardiente llama.
Sigues tan bella, como aquel carrusel,
aún tu cuerpo potente, amores clama,
tu alma cubres… con inclemente piel.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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