Sorpresas de la vida
Hace mucho que esperaba,
esperaba un querer como el tuyo,
suave y tierno como un capullo,
que con el viento se balanceaba,
creando el inacabable murmullo,
que mi corazón herido anhelaba.
Pasó el tiempo inclemente,
viví una vida muy apurada,
que a ratos golpes me daba,
que no entendía mi mente,
pero mientras de ellos curaba,
añoraba un amor locamente.
Una noche yo te vi, tan bella,
en una linda foto enmarcada,
tu negro pelo en cascada,
brillante mirada de estrella,
era tu risa fresca pero marcada,
por una injusta querella.
Tuve que… que enamorarte,
necesite hacerte toda mía,
porque mi alma se estremecía,
eras tú, al fin hube de hallarte,
yo que sentí nunca te tendría,
y aquí estabas, para amarte.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA
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