Friday, September 28, 2018

En tu bañera



En tu bañera

Descansando del duro trabajo,
recordando tiempos mejores,
la música grave de un contrabajo,
te hace recordar, viejos errores.

Allí dentro de tu bañera,
en tranquilidad soberana,
recuerdas la alzada bandera,
que te amaba en la mañana.

Los besos, las caricias de amor,
los abrazos que te guardaban,
cuando a ratos sentías dolor,
y con ternura bella, te cuidaban.

Muy lejos, muy lejos quedó,
abandonada sin razón,
esa alma que tanto amor dio,
sola… sola con su roto corazón.

Todavía queda la esperanza,
nunca a ella, se acerco el desamor,
porque esta alma tiene templanza,
que le regaló, el limpio candor.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Wednesday, September 19, 2018

Hembra guerrera



Hembra guerrera

Ansiosa la mirada, reina del querer,
boca lasciva, labios insidiosos,
tu deseo es locuaz, es ardiente y ansioso,
con el sentimiento fiero, de mujer.

Húmedo vientre, ávido el mirar de tu ser,
mirada limpia, en ese cuerpo hermoso,
que vibra fuerte, ante el sexo precioso,
que se avecina corriendo, al amanecer.

Piernas poderosas, de hembra guerrera,
saca mi espada, lista y prisionera,
haz peripecias, que te lleven al placer.

Llévame preso, de lujuria sensual, 
por el palacio, de tu cuerpo celestial,
con un sentir, que nunca he de envilecer.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Sunday, September 16, 2018

Pincelada



Pincelada

Se alumbró la tarde, en suave pincelada,
con risas, canto, con tu voz de mujer,
se demoraba aún la blanca alborada,
había… había tiempo para querer,
para admirar, la belleza enamorada,
de tu cuerpo, de tu cuerpo de mujer.

Tu vientre blanco, duro y soberano,
tus brazos marcados por el poder,
llenó mi mente de puro verano,
el otoño maduro, no se pudo contener,
como mantener, alejada mi mano,
de tanta belleza, tanta belleza de mujer.

Voló mi pluma, por la página blanca,
con lustre de luna, con rayos de sol,
se creó en mi mente, una viva estampa,
me sentí de pronto, El Cid campeador,
cabalgué como un llanero en la pampa,
me llené de un poder, ciego y renovador.

Así es la vida, del hombre poeta,
siempre es un fiero león al amar,
no importa de los años la silueta,
su alma de hombre, está lista para pelear,
para protegerte de la traidora saeta,
que alguna vez quiera, hacerte llorar.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Tristeza y desazón



Tristeza y desazón

Veo tu cara hermosa, reina mía,
tus ojos claros, lanzando destellos,
que grande es mi tonta osadía,
que deja mi pecho, sin libre resuello.

Tu carne tersa, de joven mujer,
llena de tierna hermosura,
hizo a mi viejo corazón querer,
con pasión de joven criatura.

Tu rostro hoy, triste y enjuto,
me hizo odiar al tiempo cruel,
que te ató a un ser que refuto,
porque sacó de tu alma, tristeza y hiel.

Pero sola, fuerte y luchadora,
aunque a veces te doble el dolor,
tu cuerpo cansado, necesita ahora,
el apoyo que solo da, un buen amor.

No ves, en ese interno barullo,
en tu mente joven, sin experiencia,
que a tus oídos llega, un murmullo,
de un querer puro y con sapiencia.

¿Quien sabe? Dice el triste poeta,
¿Quién sabe? Si tocará tu corazón,
la punta ilusa, de la amorosa saeta,
que te hará olvidar, tristeza y desazón.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA