Hijo Bueno

Hijo bueno

Tierno eres en la edad,

maduro tu sentimiento,

es por eso que no miento,

admiro tu sobriedad,

tu madre no tiene lamento,

tu alma es una beldad,

tierno eres en la edad,

maduro tu sentimiento.

Yo como un padre te veo,

siento dentro, esta necesidad,

de cuidarte de la maldad,

que tu andar no tenga mareo,

que sigas teniendo piedad,

te digo hijo bueno, sin rodeo,

yo como un padre te veo,

siento dentro, esta necesidad.

Te dejo mis letras sagradas,

este será mi buen legado,

cuando el tiempo obligado,

se lleve mis madrugadas,

es este mi consejo guardado,

cuida de tu madre, sus jornadas,

te dejo mis letras sagradas,

este será mi buen legado.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Niña Lempira

Niña Lempira

La fuerza del cacique lempira,

hallé en tu cuerpo de niña,

pues en tu pecho respira,

la libre y exótica campiña.

La belleza de un pueblo fuerte,

su soñar en tu mirada,

al verte me hizo quererte,

niña por todos amada.

Hoy tuve deseos de describir,

a tu belleza inmaculada,

de una niña Lempira el sentir,

escribiré en mi madrugada.

Luego con tu risa tierna,

me iré a descansar,

porque tu alma encierra,

la dulzura de un cantar.

Ay mi linda niña Lempira,

mucho… mucho te he de amar,

la-la-la-la mi niña Lempira,

si mucho… mucho te he de amar.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Fuego de estrellas

Fuego de estrellas.

Fuego de estrellas nació,
cuando tu cuerpo y el mío,
en un éxtasis de pasión
quemaron el hastío;
crecieron las hogueras,
se quemaron estancias,
cuando en un rito de ardor,
consumamos nuestras ansias.

Se alumbró el infinito,
con el deseo total,
de dos almas que desean
el amar por igual,
y como fuego de estrellas,
que calientan el universo,
se fundieron nuestros cuerpos,
en un ardiente lamento.

Se movieron las galaxias,
gritó el trueno ensordecedor,
porque tú yo habíamos,
habíamos hecho el amor,
y luego en una calma letal
entre caricias, y besos,
como cualquier mortal
dormimos nuestro embeleso.

Luego al despertar del sueño,
te volví a mirar,
atravesó mi alma el deseo,
que era sin igual;
te acaricié el pelo,
antes de tus labios besar,
de nuevo fuego en las estrellas,
pues nos volvimos a amar.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el amor

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Mundana fantasía

Mundana fantasía

Divina mujer, belleza encantada,

reina que en la jungla sueña ,

tigresa bella, agazapada,

esperas amar en la peña.

Fija la mirada, inteligente sabía,

que sin cuidarme reina fina,

en aquella senda me andaría,

allí estaba, la hambrienta felina.

Tu fiereza fue tempestad,

tu piel suave, sabía a vainilla,

para mi fue una vanidad,

y puse en tu vientre, la mejilla.

Mi lengua se dejaba llevar,

en tu mundana fantasía,

tenía la dulzura de mirar,

curvas, que a mi vientre encendía.

Ya terminada la querella,

engullida mi alma, sin pena,

descansé a tus pies, tigresa bella,

en aquella madrugada serena.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Mi bella indita lempira

Mi bella indita lempira

Se abrió el cielo, negro, salvaje,

allá en la sierra hondureña,

cayó un rayo, nació un linaje,

una bella Diosa sureña,

piel de seda, parece encaje,

es bella, tierna esta pequeña,

se abrió el cielo, negro, salvaje,

allá en la sierra hondureña.

Pelo como el mar ondulado,

la dura caoba, le dio su color,

sus labios gruesos han tomado,

el tono rosa, de una flor,

mi niña del sol, has robado,

su belleza y esplendor,

pelo como el mar ondulado,

la dura caoba, le dio su color.

Muy bella mi indita lempira,

tu gesto es tierno y delicioso,

tu nariz muy fuerte respira,

aire de un pueblo poderoso,

tu voz es música de lira,

Dios te dio un rostro hermoso,

muy bella mi indita lempira,

tu gesto es tierno y delicioso.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Tengo frío sin tu calor

Tengo frío sin tu calor

La ausencia mata mi días,

yo siento frio sin tu calor,

llena el alma este dolor,

que crece como porfías,  

que destruyen mi candor,

no olvido como te reías,

la ausencia mata mi días,

yo siento frio sin tu calor.

Fue duro mi sueño anoche,

sentía el olor de tu aliento,

revolviéndome el sentimiento,

prendido a mi como un broche,

melodía de un cantar, trajo el viento,

fue para mi como un reproche,

fue duro mi sueño anoche,

sentía el olor de tu aliento.

Tu pecho erecto, una hermosura,

sentí frío hoy, sin tu calor,

en este sueño de tierno amor,

bella mujer, divina criatura,

no puedo olvidar tu ardor,

mucho menos tu dulzura,

tu pecho erecto, una hermosura,

sentí frío hoy, sin tu calor.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Público encuentro

Público encuentro

Sensual escena en el balcón,

tú, allí sentada sobre la mesa,

piel expuesta como remesa,

expectante de una ilusión,

tu vientre suave se confiesa,

tiembla ardiente tu corazón,

sensual escena en el balcón,

tú, allí sentada sobre la mesa.

Al aire libre, en aquel hotel,

la noche bella nos arrullaba,

mi boca hambrienta desesperaba,

por comer tu sexo como un pastel,

allí sin miedo se me entregaba

tus sexuales deseos a tropel,

al aire libre, en aquel hotel,

la noche bella nos arrullaba.

Fue maravilla el sonido ardiente,

fue excitante la madrugada,

no hubo sabana pegada,

no pudo haber nada silente,

la desnudez hizo trastada,

con aquel efluvio candente,

fue maravilla el sonido ardiente,

fue excitante la madrugada.

Luego la luz de la ciudad,

alumbró nuestro momento,

todavía en mi pecho lo siento,

a tu ataque no pedí piedad,

te lo juro no te miento,

sentí una dulce felicidad,

luego la luz de la ciudad,

alumbró nuestro momento,

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Divina estatua de amores

Divina estatua de amores.

Tu piel desnuda bajo el mar,

regalo divino, del mismo Dios,

no ha de repetirse, nunca habrá dos,

imágenes perfectas, en un lugar,

tu piel divina me dijo adiós,

triste me quedé con mi soñar,

tu piel desnuda bajo el mar,

regalo divino del mismo Dios.

Como decirte, mujer hermosa?

El sentir de este, mi loco corazón,

si viendo tu figura, perdí la razón,  

fuiste un tesoro, con cara de Diosa,

me colmó de ardor, la ilusa pasión,

quise supieras, de mi alma preciosa,

Como decirte, mujer hermosa?

El sentir de este, mi loco corazón.

Quedé absorto, mirando tu mundo,

la desnudez, de tu cuerpo sumergido,

mi vientre sin querer había crecido,

mi pecho se agitaba, como un moribundo,

avanzaste por el agua, te había perdido,

estaba ciego de deseo, solo e iracundo,

quedé absorto mirando, tu mundo,

la desnudez, de tu cuerpo sumergido.

Nunca más te volví… te volví a ver,

estatua de amores, divina mujer.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Ardiente madrugada

Ardiente madrugada

Hoy mi cuerpo, en el tuyo deseas,

rosca a mi vástago de amor,

sentir mi cuerpo con ardor,

porque hoy a mi alma saqueas,

disyuntiva llena de candor,

entre tus besos me planteas,

hoy mi cuerpo, en el tuyo deseas,

rosca a mi vástago de amor.

Sentir el calor de tus avernos,

allá bien profundo empalada,

y callando la madrugada,

con gritos de fueros internos,

erupción, orgasmo, apasionada,

quiso tu cuerpo, placeres alternos   

sentir el calor de tus avernos,

allá bien profundo empalada.

Tu espalda a mi vientre maltrata,

con roces que se hacen eternos,

tu pecho, sentimientos modernos,

con lisura de amores, me ata,

ante tanto ardor me consterno,

eres el sueño que me rescata,

tu espalda a mi vientre maltrata,

con roces que se hacen eternos.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Eres mi fuerte corriente

Eres mi fuerte corriente

Gusto tu forma de amar,

me gustan tus toques locos,

son muy tiernos como pocos,

también tu boca al besar,

y porque ya mis sofocos,

hacen tu piel añorar,

gusto tu forma de amar,

me gustan tus toques locos.

Me gusta lamas mi vientre,

cuando excitas mi pasión,

cuando late el corazón,

mis ansias haces adentre,

en locura de razón,

yo, yo seré quien te encuentre,

me gusta lamas mi vientre,

cuando excitas mi pasión.

Tu piel es fuego alocado,

eres mi fuerte corriente,

que me destroza la mente,

con sueño desesperado,

me desvelo ya demente,

con ansias de enamorado,

tu piel es fuego alocado,

eres mi fuerte corriente.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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