Monday, September 30, 2013

Baño de amor






Baño de amor

El agua sobre tus hombros,
el pelo sobre mi piel,
ambos desnudos de pie,
llenando la vida de asombro.

Las caricias del jabón,
manejado por mis manos,
van por todos lados,
excitando tu pasión.

Nacen suspiros, requiebros,  
entre tu pelo, bajo el agua,
mis manos como espadas,
penetran en tu cerebro.

El agua sobre tus hombros
tus ojos casi cerrados,
disfrutan enamorados,
de un placer muy hondo.

Tus caricias me desatan,
mi mundo se hace inmenso,
ya no tengo pensamiento,
soy pasión cruda que mata.

Entonces con frentes mojadas,
cabellos de amor goteando,
gritamos a una el amor,
que a una estamos dando.

¡Ay¡ maestra del deseo,
mujer maravillosa,
eres el mismo devaneo,
del amor hecha… hecha moza.  

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Sunday, September 29, 2013

Tierna promesa



Tierna promesa

Mujer de mis amores,
recuesta tu cabeza en mi hombro,
y deja que con asombro,
me llene de tus olores,
canta, y ríe, reina de las flores,
porque te amo, y te amaré,
y en mis años te probaré,
que no debes tener temores.

Quiéreme, ámame,
deja que tu boquita,
me bese, y me regale,
tus besos mi niñita,
hoy te daré mi vida,
con estas palabras de amor,
dueña de mi corazón,
mi linda consentida.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

En mi recuerdo lejano



En mi recuerdo lejano

Te conocí con el amor,
que sienten a la primavera,
los pájaros y la flor,
la luz, y la pradera;
te vi, de carne y hueso,
y se estremeció mi vida,
así de pronto… así,
y te amé enseguida.

Me sentí feliz del alma,
porque mi flor me daba,
por fin aquella calma,
que mi jardín necesitaba;
y te amé con locura intensa,
con esa sangre ardiente,
con esa necesidad inmensa,
de un hambriento indigente.

Devoré tu cuerpo con ardor
y eróticos deseos bellos,
porque se abrieron tus ojos,
y despeino tu cabello;
así te recuerdo estando ahora,
ausente de mis tiempos,
llenando mis auroras,
de puro… puro sentimiento.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor.
USA

Saturday, September 28, 2013

Calmada, y hermosa dama.



Calmada, y hermosa dama.

Naciste en El Salvador,
calmada, y hermosa dama,
y el cielo mismo te llama,
cada día con fervor.

Sabes tanto del dolor,
pero eres tan indulgente,
que soportas suavemente,
la vida con tu candor.

Inspiraste a un poeta
que con palabras no puede,
decir que lo conmueve,
tu risa pícara, y pizpireta.

Prometí un verso darte,
a tu cuerpo presumido,
pero mira el desatino,
le escribí a tu carácter.

Pues ¿que sería la belleza?
sin la debida templanza,
seria nada, solo ansias,
pero tú, tú posees ambas.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Loba mujer



Loba mujer

Una cara de bella dama,
engaña sin tú querer,
a quien te piensa como ser,
mansa, dócil, y calmada,
pero detrás de esa cara,
casi a flor de piel,
se esconde una loba,
fiera sensual, de placer.

Aúllas cuando vas a querer,
tus ojos amenazantes,
eres la loba indomable,
esa loba que es mujer,
quien lo podría prever,
si cambias de una los tiempos,
gruñes no hay pensamientos,
no se que eres, si loba, o mujer.

Así vas por la vida,
mujer de mil pasiones,
devorando los corazones,
por deseos encendida;
¿Como lo puedes hacer?
Vivir esa doble vida,
mansa, tierna, y querida,
y otra… otra de loba mujer.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Wednesday, September 25, 2013

Se acabó el tiempo



Se acabó el tiempo

Tardaste tanto en sentir,
que en mi pecho existía,
un corazón que latía,
por tu amor, y vivir.

Que cuando te enteraste,
mi alma estaba tan tensa,
que solo podía olvidarte,
había perdido sus fuerzas.

Tanto tiempo yo te di,
para que te dieras cuenta,
pero nunca respuesta recibí,
aún dejando mi puerta abierta.

Y ahora mirando atrás
me hierve toda la sangre,
porque hasta para desearte mal,
se me hizo… se me hizo ya tarde.

Ahora que ya no te veo
ni a mi lado, ahora te siento,
ya se me acabo el deseo,
y junto a el, sus momentos.

Autor José Prado
@Derechos reservados por el autor

¿Juventud o experiencia?



¿Juventud o experiencia?

Hoy me miré al espejo,
y pensé en el ayer,
cuando no era tan viejo
y tenía hambre de querer;
recordé mi prestancia,
mis deseos de vivir,
que a nada, daba importancia,
pues era joven, y viril.

Recordé mis experiencias
buenas, y malas, por igual,
y decidí que de ellas,
ninguna quería cambiar,
recordé mi primer beso,
y me ericé al recordar,
como rechinaron nuestros dientes,
cuando rozaron al chocar.

Reí por el tesoro bello
de esa juventud potente,
por mis negros cabellos,
ahora grises, y carentes,
y al pesar la joven inmadurez,
con mi actual experiencia,
me sorprendí que en esencia,
sea mejor en mi vejez.

Ahora se tratar a la mujer
sin egoísmo, ni arrogancia,
tengo de mis años la elegancia
y también se siempre que hacer,
disfruto más del querer,
pues me tomo ahora mi tiempo,
que antes era como el viento,
y hoy se convirtió en mi piel.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
                      12/19/12

Tuesday, September 24, 2013

Noche fría, de Luna viajera




Noche fría de Luna viajera

Fría noche, luna viajera,
austral viento me llegaba,
con tu figura abrigada,
pero tu alma, desnuda y fiera,
tu cuerpo fue enredadera,
que con dulzura muy queda,
calmó mis ganas arteras,
en aquella invernal primavera.

Tus pechos como barcos de vela,
se elevaron sobre pasionales olas,
en aquellas nocturnas horas,
dejando oír, sensuales quejas,
abierto el panal, en manos ligeras,
se desbordó toda aquella miel,
que guardaba tu bella piel,
en fantasías y quimeras.

Tus muslos, eran sogas tensas,
que se soltaron con presteza,
así de fiera fue la naturaleza,
de los vientos y sus fuerzas,
el mástil derecho sostuvo,
aquel embate tan violento,
y luego su fundamento,
se dobló con fino orgullo.

Hoy describiendo esa tormenta,
en noche fría, de luna viajera,
es como si otra vez te tuviera,
de sexo a mi lado sedienta,
ahora con tus manos cimientas,
la base de ese mástil orgulloso,
que se yergue presuroso,
ante una nueva y soñada tormenta.

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Monday, September 23, 2013

No puedo perdonarte



No puedo perdonarte.

Te fuiste buscando calor
en otro cuerpo ferviente,
que te diera un amor
con un sabor diferente.

Pensaste que en este habría
un espacio que te diera,
mucho amor todo el día
y de noche te enloqueciera.

Pero aquí todo se paga
la traición, y el tormento,
y tú misma traicionaste
nuestro santo juramento.

Ahora vuelves arrepentida
pidiéndome un retazo,
de ese amor destrozado
hecho trizas, pedazos.

Pero no puedo perdonarte
porque este roto corazón,
muy dentro sano  la herida
que causo tu traición.

Autor José Prado
@Derechos reservados por el autor

Friday, September 20, 2013

Loca noche enamorada



Loca noche enamorada

Quedó la noche en idilio,
miraba ella nuestro amor,
un sentimiento expresado,
con manos, boca, y corazón,
quedó la noche excitada,
pues mirando nuestra acción,
llenó de rocío la alborada,
húmeda, la noche de pasión.

Tu cuerpo reflejaba el calor del sol,
sudor, ardor, hervía la sangre,
porque cuando el amor arde,
solo lo calma… solo hacer el amor,
y tú, y yo, ese día nos amamos,
como se aman las nocturnas fieras,
mordiscos, arañazos, y peleamos,
para que la noche nos viera.

¡Ay loca noche enamorada!
de mis humanos deseos,
húmedos están los arreos,
que arrastran la madrugada,
y ahora que ya es mañana,
y ya sabes tienes que partir,
ves que seguimos amando,
y tú… tú no te quieres ir.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

Cinta roja



Cinta roja

Cinta roja es la pasión
que tu cuerpo emana,
mujer hermosa, que llama,
a gritos a mi corazón,
es sublime condición
tu cuerpo desnudo al viento,
que llena de sentimientos,
el fin de la madrugada, 
dejando embelesada,
a la luna desde sus cimientos.

Olas del mar bañan tus piernas,
que como torneadas por dioses,
inspiran mis poemas veloces,
como vientos de galerna,
es una visión bella, y eterna,
la de tu pelo alborotado,
por este viento agitado,
y sin alguna compasión,
desbaratan mi corazón,
por tu ser enamorado.

Allá en el horizonte lejano,
el gris cubre al mismo sol,
porque con tu cuerpo de amor,
se halla el todo apocado,
nunca, nunca había dejado,
que me encantara una musa,
pero hoy tú bello ser es una hoja,
que robada por el fuerte viento,
es como esa… esa cinta roja,
que se roba mi sentimiento.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

Noche del primer amor

Noche del primer amor

Era una noche poco serena,
aquella del primer amor,
tú, y yo, solos bajo las estrellas,
besándonos en idilio, y ardor,
placeres disfruto contigo,
y en aquel oscuro lugar,
me rozas con besos perfectos,
que hacen mi alma cantar.

Quedamos confiados, gozamos el tiempo,
como ilusos enamorados,
me llevas de viaje hasta el cielo,
y quedamos allí mismo agotados,
amor tanto… tanto hemos dado,
que se funden tu cuerpo, y el mío,
desde la primavera hasta el hastío,
pues al invierno lo hemos olvidado.

Que importa ahora si hay penas,
que importa cual sea el resultado,
si nunca nos habían amado,
como tú, y yo lo hemos hecho,
y aquí acostado en mi lecho,
al lado de ti mujer hermosa,
¿Dónde habrá más bellas rosas?
que esa dualidad de tus pechos.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Thursday, September 19, 2013

Mi vida, y tu amar



Mi vida, y tu amar.

Tus ojos son la razón
que alumbra mi soñar,
y hacen mi corazón
de nuevo volver a palpitar.

Me gustó conocerte
me volvió loco tu mirar,
solo tengo deseos de quererte,
y tu pelo poder acariciar.

Estoy loco por tu tiempo,
porque bello es lo nuestro,
muero por ver temblar tu cuerpo,
porque así de fuerte es lo que siento.

Así es de caprichosa la vida
a veces cuando va a terminar,
logramos conocer, la sentida,
alma a quien debimos amar.

Y porque todo una vez comienza,
y también una vez, tiene su final,
que lleguen a su destino, sin vergüenza,
ambos mi vida… mi vida, y tu amar.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

Wednesday, September 18, 2013

Isla Dominicana



Isla Dominicana

Corre la Alameda
con su verde color,
de norte, a sur la vereda,
que se llena de esplendor;
corre aquella Alameda,
donde el humano habitad,
se pinta con la acuarela,
de una mulata sin par.

Playas de verde azulado,
y para todo completar,
una luna que llena la isla,
de una claridad sin igual;
gente sencilla, y ufana,
de fácil, y bello reír,
así es mi isla Dominicana,
del Caribe su sentir.

Yo cubano arrebatado
por mi tierra nacional,
a Dominicana he adoptado,
como tierra pasional;
y si otra isla yo buscara,
para mis restos dejar,
que sea en Dominicana,
donde los vayan a dejar.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

Tuesday, September 17, 2013

Me encanta



Me encanta

Me encanta tu pelo ondulado,
tu gesto tierno, y temeroso,
tus ojos enormes, y ansiosos,
porque sean bien amados.

Me inspira hacerte el amor,
mirándome esos ojazos,
y tu mirada fuera mi ocaso,
lleno con tu adorada pasión.

Sentada en mí, saber que me sientes,
oírte gemir con cada movimiento,
sentir tu profundo sentimiento,
y tu néctar de amor bañando mi vientre.

Quisiera que te olvidaras del mundo
que entregaras todo tu sentir,
porque no puedo yo… yo vivir,
con un deseo tan profundo.

Me encanta tu pelo ondulado,
que cayendo como cascada,
acompaña a esa mirada,
que me trae enamorado.

Es como la melodía que canta,
en la mañana el ruiseñor,
porque ojos, pelo, y amor,
todo eso de ti… de ti me encanta.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA





Monday, September 16, 2013

Diosa del sur



Diosa del sur

Soplaba el aire antártico,
a través de árboles, y praderas,
casi llegaba la primavera,
cerca del gélido atlántico,
allá muy lejos al sur,
vi. unos ojos iluminados,
que miraban asombrados,
al norte tropical, y azul.

Buscaban ellos curiosos,
con encontrados deseos,
el insulso camafeo,
de mi perfil sinuoso,
mientras con sentir hermoso,
mi corazón se cubrió de rima,
que parada estaba en la cima,
de un lugar natural, y precioso.

Vi una estructura hermosa
que llegaba muy de prisa,
venia montada en la brisa,
aquella alma de Diosa,
me miró con nitidez,
límpida, y grandiosa,
y su cuerpo de mujer hermosa,
de pronto llenó la timidez.

Me dijo: te quise venir a ver,
a ti poeta cubano, y ladino,
que escribes los destinos,
en tantas almas de mujer,
y yo sin poder responder,
mirando su alma de blanco tul, 
sentí convirtió mis palabras en poema,
porque para eso era… la Diosa del sur.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

Sunday, September 15, 2013

Aquella tarde



Aquella tarde

Una vez te sorprendí en la tarde,
supe de pronto que tenia deseos de amar,
y a tu pecho me fui a recostar,
pero tu piel era fuego que arde,
toque tus hombros, insinúe amarte,
y tú sin ni siquiera hablar,
te dejaste besar, y amar,
tampoco podías controlarte.

Torné tu cuerpo, y te quite la ropa,
de un empujón te lancé a mi cama,
te hice saber que eras mi dama,
con la fuerza de mi alma loca,
seguías aun sin hablarme,
pero mi cuerpo ahora desnudo,
había penetrado el escudo,
que tú nunca levantaste.

Te amé en aquella tarde,
como se ama a la vida,
algo que nunca se olvida,
pues nunca podré yo olvidarte,
aquí en mi pecho dejaste,
el secreto de tu amor guardado,
y aun hoy viejo, y cansado,
sigo añorando besarte.

Todo comenzó aquella tarde,
en aquel lugar escondido,
donde solo Dios fue testigo,
de aquella locura de amarte,
y aún hoy al recordarte,
de espaldas en aquella cama,
se quema… se quema mi almohada,
porque no puedo olvidarte.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor