Tuesday, September 30, 2014

Perdonada por el tiempo





Perdonada por el tiempo

Pasó el tiempo, por ti pasó,
fueron, y vinieron alboradas,
pasó el tiempo, pero olvidó,
dejar, dejar tu cara marcada,
longeva juventud te regaló,
belleza, todavía inmaculada.

Hoy pasada, esa tierna juventud,
que nada tiene que ver con el alma,
en tu cuerpo esta la quietud,
irreverente que me desarma,
tu piel, tu piel sigue de tul,
y tu corazón, él… él en calma.

Hoy disfrutas los años, maduros
como la luz, al día, y al viento,
tu ser es hoy poderoso muro,
de erótico pensamiento,
y hoy yo doy, lo doy por seguro,
que fuiste, perdonada por el tiempo.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Ya no cabes en mi corazón




Ya no cabes en mi corazón

La vida a nosotros, hizo pedazos,
yo nunca supe, lo que nos pasó,
cuando necesité, estar en tus brazos,
solo viento frío, en mi nuca pegó.

Tu bello cuerpo, calor no me dio,
tu desnudez se hizo chicos pedazos,
aquellos besos, mi boca olvidó,
tú tibio ser, despreció mis abrazos.

Hoy has querido volver, también el perdón,
buscando, una nueva primavera,
ahora odias, del invierno su ventarrón.

Quieres de nuevo, aquella loca pasión,
que una vez, tu ingrata alma tuviera,
pero ya no cabes, en mi corazón.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Noche de plaza





Noche de plaza

Farolas luces, aclaran la noche,
que en un despliegue de oscuridad,
quieren en un negro derroche,
ocultar la luz de tu mirar,
porque celosa en su negro coche,
esta la luna al observar,
que tu risa es el hermoso toque,
que de pronto me hizo suspirar.

Noche de lejana plaza,
¿Por qué celosa has de estar?
Si tú casa, no es mi casa,
y ella aquí si puede llegar,
si sus sueños son melaza,
yo de caña la he de llenar,
mulata hermosa de bella raza,
blanco lucero, yo le he de dar.

Vuelva mi noche, no quede en pena,
mi alma extraña, su luz que pasa,
como esa que alumbra las verbenas,
donde se ríe, se canta y baila,
si yo a ella la conozco apenas,
si busco el baile, que a mi me emplaza,
si oigo mar, si siento sal, y arenas,
entre sus brazos, en noche de plaza.

Autor: José Prado
@Derechos Reservados por el autor
USA

Monday, September 29, 2014

Bella y digna mujer




Bella y digna mujer

La luz de un lucero, en tu mirada,
guardó nuestro Dios con esmero,
le dio color de azúcar quemada,
en ellos puso lágrimas y desvelos,
vienen de una tierra maltratada,
están hechos de mar, sol, y cielo.

Tus cabellos son, rudos, salvajes,
hermosa en tú total naturalidad,
en los frutos, de bellos parajes,
mujer cubana, caribeña beldad,
tú llegaste triste, sin equipajes,
pero en la sangre llevas dignidad.

Mameyes rojos en tu boca,
de blanco coco son tus dientes,
huracán que se desboca,
en tu respirar inconsciente,
tu sangre pasional y loca,
tu ser hermoso irreverente.

Que vivan la princesa,
esa que viste sin ropas,
la hermosura no tiene vileza,
tampoco suave es la roca,
porque el señor te hizo realeza,
y tu carácter él… él no se apoca.  

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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¿Por qué te ocultas del amor?





¿Por qué te ocultas del amor?

¿Por qué hoy te ocultas del amor?
¿Por qué guardas tus curvas hermosas?
Si las hizo Dios con candor,
si las moldeó, como a rosas,
¿Por qué te escondes con temor?
Si en verdad eres una Diosa.

Miras a tu cuerpo, con una visión,
más crítica aún, que tu mirada,
que busca defectos en cada ocasión,
mientras mi alma enamorada,
adora tu carne, con esa ilusión,
de un espejismo en la alborada.

¿Por qué te ocultas del amor?
Si de él hambre, hambre tienes,
porque al mirarte de rubor,
en tu rostro, la sangre se detiene,
y yo siento ese sabroso pavor,
que hacen, de mis locuras apene.

Ámame como la rosa ama al sol,
camina bien alta tu cabeza,
me gusta ser como el girasol,
que voltea a mirar a su alteza,
el mira al sol, por su calor,
yo a ti, yo a ti por tu belleza.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Saturday, September 27, 2014

Deseo ilícito




Deseo ilícito

Una vez me asomé a la ventana,
tu cuerpo yo vi, como una visión,
nació amor, que en hombre emana,
ese que siempre, trae complicación.

Miradas chocaron de forma sana,
pero tu risa, creó la ilusión,
que nos trae dolor, desgracia humana,
porque es ilícita, nuestra relación.

Ardiente, joven, bella, eres mujer,
a tu lado un hombre, indiferente,
que no entiende tu forma de querer.

Yo del otro lado, deseo silente,
con mi sutil, romántico proceder,
te enamoré toda, toda tu mente.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Empalada al amor




Empalada al amor

La atracción de tu cuerpo, amarrado,
era, era como la de un imán,
estoy loco, perdido, y embrujado,
así, mis ardientes sentimientos están.

Tú me volviste, encendido volcán,
Ardiente, mi sexo estaba excitado,
rendida de amor, tus deseos te dan,
un orgasmo ardiente, y despiadado.

Yo que te podré decir bella mujer,
que tú… que tú ya no hayas comprobado,
yo que he estado en el fondo de tu ser.

Cuando empalada al amor encantado,
te entregaste al loco, pasional querer,
de un hombre, de tu sexo enamorado.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Regalo de noche




Regalo de noche

Llegó la noche con sus espuelas,
montando caballos de nubes,
con sus negros colores de acuarela,
que funden defectos y virtudes.

Que ocultan penas y sombras,
con reflejos de Luna llena,
que perdonan errores, y asombra,
en un disfrute de carne plena.

Momentos oscuros y pasionales,
sobran las telas, si hay piel,
en la noche son ocasionales,
las disputas y el desden.

La noche arregla a los días,
llenos de inquietud, y paroxismo,
y nos llena de fantasía,
de deseos y erotismo.

En la noche se admira al amor,
se escriben hermosos poemas,
se disfruta de tu querer el candor,
de tu hembra sus esquemas.

Y hoy, llegó la noche con caricias,
con un regalo, ella vino con querer,
como no darle gracias, si delicias,
venían… venían en tu cuerpo de mujer.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Descuidado paisaje




Descuidado paisaje

La noche, amiga fiel del enamorado,
ese que mira un sueño imposible,
que no respetan, porque es ignorado,
y para esa mujer eres invisible.

Amigos, simplemente amigos,
ella ni te mira, ni te piensa,
a tu corazón pones estribos,
en una copa de vino, todo comienza.

En descuidada posición posas mirada,
sus muslos son como de perlas,
¿Como no amarla? La sabes apasionada,
porque ella misma te lo cuenta.

Aquel paisaje, te atrapó descuidado,
a tu mirada puso sensual esposa,
de pronto sin avisar, miró a tu lado,
ella vio tu mirada ambiciosa.

Entendió rápido tu pensar,
se sorprendió al principio,
pero picara se dejó cortejar,
y te acercaste al precipicio.

A ver de cerca esa piel,
a respirar de su pelo el aroma,
a viajar por su cuerpo de miel,
a subir y bajar por sus lomas.

Y aquel descuidado paisaje,
se convirtió en un ardiente Edén,
pues ella, a tu navío al abordaje,
se rindió y solo dijo amen.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Friday, September 26, 2014

Cama de rosas



Cama de rosas

Mirando tu sueño,
envuelta en almohadas,
me sentí el dueño,
de una flor adorada.

Se convirtió en mi sueño,
todo tu alrededor,
en un jardín hermoso,
y el centro, ese era tu amor.

Mire tu tranquilo dormir,
tu cara de Diosa,
y me hallé sentado,
en una cama de rosas.

Todo suave, y oloroso,
como pétalos de flor,
y tu cuerpo precioso,
tenia de una rosa el color.

Te fundías en tu entorno,
y solo tus ojos se veían,
cerrados, y tranquilos,
como esta poesía.

Pues para mí siempre serás,
la mujer primorosa,
que en mis sueños dormirá,
siempre, en cama de rosas.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Thursday, September 25, 2014

Romance traicionero





Romance traicionero

Linda muestra de la vida,
cantan de la reina Helena,
en la Grecia era querida,
de Troya, ella fue su pena.  

Joven inexperto, del amor,
Afrodita le prometió su dama,
Paris no midió, todo el terror,
que causaría a Troya, esta cama.

Gestas de sublime esfuerzo,
peleas de titanes gentiles,
hubo sangre en el universo,
murieron, Paris, Héctor y Aquiles.

Acabó la pelea, y el entuerto,
cuando Troya fue tomada,
de nada valieron sus muertos,
Helena volvió a sus andadas.

Menelao perdonó, por excusa,
de que ella había sido raptada, 
fue del poeta Homero la musa,
esta reina loca, apasionada.

Así pasa a veces en la vida,
errores los hombres cometemos,
detrás de faldas perdidas,
donde solo habita el veneno. 

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Amores y Luna





Amores y Luna

La luna nueva, solo penumbras,
y en aquel ático del amor,
el deseos único, que derrumba,
coqueta estampa del ardor,
con trueno de gimo, que retumba,
como un fuerte disparo de cañón.

Mientras entre las sombras embeleso,
las caricias, sin penurias ni recato,
el amor que cae por su propio peso,
no es afrenta, el celestial desacato,
mordiscos, sangre en aquellos besos,
que mordían mi boca, a cada rato.

Copas rotas allí en el suelo,
tu cuerpo sobre la mesa,
tu vientre era el anzuelo,
mi boca era, era su presa,
allí comenzó el desvelo,
y el amor me supo a fresa.

Escondida la luna inquieta,
miraba nuestra lujuria toda,
tus piernas en la banqueta,
mi boca donde acomoda,
de elixires quedó repleta,
y en eso… en eso llegó la aurora.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Wednesday, September 24, 2014

Tras un suspirar




 Tras un suspirar.

Miré al cielo estrellado,
busqué en él tu nombre,
pobre hombre enamorado,
no hay nada que asombre,
tu piel estuvo a mi lado,
tu olor quedó en mi sien,
y tus ojos empotrados,
en mi alma, en un réquiem.

Detrás de tus pasos la estela,
que dejó tú sensual caminar,
que como en una pasarela,
ante mis ojos hubo, de desfilar,
saliste de mi puerta damisela,
con la intención de no volver,
pero besos que una vez, te diera,
no, no los olvidas mujer.

Vas detrás de un suspirar,
de brazos amantes, de besos,
que una vez te hicieron soñar,
con requiebros y embelesos,
y yo mirando al cielo estrellado,
descubrí tus ansias de amar,
y el portón abierto he dejado,
por si quieres… por si quieres regresar.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Anhelo de ti




Anhelo de ti

Tengo ganas de abrazar muy fuerte,
de pensar yo, con descanso,
de ir por la vida tranquilo, con suerte,
de nadar en un lago limpio y manso,
de reír con mi Dios como testigo,
y cubierto con su manto.

Tengo ganas de amanecer abrazado,
sentir el aliento de tus noches,
el sonido del insecto volador,
ese que nos hace fantoches,
y que tanta gente llama amor,
quiero oír de tu vientre los acordes,
como la voz fuerte de un tenor.

Quiero que me empujen en la cama,
que quiten de sobre mí, la colcha,
tener a mi cuerpo, quien lo llama,
que me alumbre como antorcha,
que me queme, porque me ama,
y me deje marcas, de su escorcha.

Tengo ganas de mirar al techo,
sentir tu cuerpo, sobre mí,
mi brazo tras tu hombro estrecho,
en mi vientre, tu cuerpo de rubí,
sentir tu alma, en dormido acecho,
eso yo anhelo, solo eso de ti.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Tuesday, September 23, 2014

Vestida de negro pelo




Vestida de negro pelo

Las estrellas rodean tu ser,
miran el espectáculo hermoso,
el bello cuerpo, de una mujer,
y su cabello negro, brilloso,
como esas noches de querer,
que nos llenan de alborozo.

Vestida con su negro pelo,
con ese descuido coqueto,
que es del amor mensajero,
y de tu piel pagano amuleto,
tu cuerpo hizo el mejor alfarero,
moldeó tus curvas por completo.

Muslos torneo con cuidado,
pecho el dio de terciopelo,
vientre lozano, triangulado,
adorno tu rostro con esmero,
con ojos bellos ovalados,
enmarcados, por tu rizo pelo.

Belleza desnuda Dios formó,
¿Para que cubrir a una rosa?
Le dio piel, y me conquistó,
el corazón por primorosa,
con su pelo él mismo la vistió,
sabio Dios, no hizo falta ropa.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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