Sunday, November 1, 2020

El soñar que me engalana


El soñar que me engalana

Dejó la luna presuntuosa,
su luz en mi cama rendida,
y porque no estas tú mi vida,
es mi noche dura, monstruosa,
tu ausencia le da cabida,
a una añoranza preciosa,
dejó la luna presuntuosa,
su luz en mi cama rendida.
Durmiendo con mi soledad,
y con mi deseo prendido,
mis ojos no han dormido,
con dolor que no tiene piedad,
hoy por tu recuerdo consumido,
no puedo negar mi verdad,
durmiendo con mi soledad
y con mi deseo prendido.
Aprendí que es tu dulce querer,
el soñar que me engalana,
que eres mi alma hermana,
que me llena de placer,
como alazán en la sabana,
hacia ti siempre he de correr,
aprendí que es tu dulce querer,
el soñar que me engalana.
Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Guardián de mis amaneceres


Guardián de mi corazón

 

Eres la guardián de mi corazón,

mientras estés ahí, nunca me dolerá,

no más penas mi alma sentirá,

yo mantendré viva esta ilusión,

en mi vida, siempre estará,

tu risa, tu vida, tu llanto, tu razón,

eres la guardián de mi corazón,

mientras estés ahí, nunca me dolerá,

 

Amor no es la unión, de dos miradas,

es la total unión de dos corazones,

de acuerdo viven, en las prisiones,

cuando se nublan sus alboradas,

cuando difícil son las situaciones,

un beso aclara, las tardes nubladas,

amor no es la unión, de dos miradas,

es la total unión, de dos corazones.

 

Cuando te pienso, se alegra mi vida,

cuando te añoro, nada me hace feliz,

eres mi dueña, mi emperatriz,

eres tierna, una cena bien servida,

eres para mi piel, un buen barniz,

tu aliento es mi calma rendida,

cuando te pienso, se alegra mi vida,

cuando te añoro, nada me hace feliz.

 

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Monday, October 5, 2020

Enamorado de tus amaneceres


Enamorado de tus amaneceres.

 

Amanece como todos los días,

y tú a mi lado, tu piel caliente,

me recuerda que en mi presente,

ya no existen tristes porfías,

se excita mi alma ahora candente,

necesito de pronto tu sexo probar,

tu olor de hembra, me hace soñar,

con humano deseo, rudo, indecente.

 

Vivo enamorado, de tus amaneceres,

de tu rostro soñoliento, que nunca dice no,

de tu vientre, que de amor me enfermó,

con tantas y tantos, caricias y placeres,

hoy disfruto, lo que tu boca me dejó,

tanto sintió mi alma, con tus labios,

que de los años, olvidé sus resabios,

mi alma de hombre, a tus deseos se rindió.

 

Tu vientre es la ardiente hoguera,

donde mi palma entera, se quemó,

perdona Dios si mi boca blasfemó,

cuando eructó fuerte, mi primavera,

en tu boca de hembra,mi elixir quedó,

saboreó tu boca, mi dulce desvelo,

y cubierto con tu aroma y tu pelo,

nada de mi elixir, nada de él te sobró.

 

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Monday, September 7, 2020

Total desvelo

 




Total desvelo

 

En transferencia de tiempos, la espera,

esa que solo, la obligación controla,

te lleva a donde quiere, como la ola,

aunque al alma, al alma desespera,

mi mente, esperando tu tierna amapola,

carne joven, ardiente, fuego de pistola,

sin cobertura, tu arma bella y certera.

 

Tus muslos de hembra, fuerte y recia,

abiertos en una sensual tentación,

mirando tus ojos, no tuve presión,

mi mano loca, fue atrevida y necia,

creando en mi alma, una obcecación,

entre tus muslos, pasó mi corazón,

por el húmedo canal, de tu Venecia.

 

! Ah mujer hermosa, de ardiente soñar !

reina de pasional y tierno sendero,

será que en ti, hallé amor verdadero,

donde no existe, ataduras para amar,

déjame ser tu amante prisionero,

nunca permitas, un pensar traicionero,

que llene mi alma, con triste pesar.

 

Hoy recordando aquel increíble revuelo,

aquel nuestro primer, encuentro de amor,

se llenó mi pecho, con un fuerte estertor,

sentí de pronto, rampante, el olor de tu pelo,

recordé tus caricias, tu dulzura y candor,

y llorando tu ausencia, mi soledad y dolor,

pasé mi noche ausente, en total desvelo.

 

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Monday, August 24, 2020

Callada melodía


Callada melodía

 

La tarde fue bella, azarosa,

llena de tiernos sentimientos,

olvidados los sufrimientos,

tu cabellera larga y hermosa,

callaba como el sarmiento,

creciendo junto a la rosa,

la tarde fue bella, azarosa,

llena de tiernos sentimientos.

 

De pronto una callada melodía,

como de violín. tocaba tu corazón,

su dulce sonido llenó mi razón,

desde muy profundo lo sentía,

todo caía en perfecta sazón,

ya casi llegaba el medio día,

de pronto una callada melodía,

como violín, tocaba tu corazón.

 

Eras feliz de nuevo, todo caliente,

al fin volviste a sentir, aquel beso,

que a tus pasiones, fue aderezo,

y que alivió de pronto, tu mente,

por fin revivió, tu sensual cerezo,

tu sensibilidad, se volvió demente,

eras feliz de nuevo, todo caliente,

al fin volviste a sentir, aquel beso.

 

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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Tuesday, August 18, 2020

Isabella



Isabella

 

Miras al cielo, tranquila mi nena,

soñando despierta, con inocencia,

que importan riquezas ni ciencia,

rodeada estas de sol, viento y arena,

 

Tu nombre, con oleaje desvela,

con tu mar de risa y candor,

solo puedo escribirte amor,

mi dulce y bella, niña Isabella.

 

Rosa la tela de tu vestido,

blanca la pureza de tu alma,

tu belleza rompe mi calma,

de mi corazón altera el latido.

 

Hoy te escribo, un poema,

no pienses te había olvidado,

en mi pecho muy bien guardado,

llevo tu beso, con su tierno dilema.

 

Que Dios bendiga tu destino,

te guarde y te de tranquilidad,

yo hoy te dejaré con humildad,

mis letras para leer, en tu camino.

 

Autor: José Prado

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Thursday, August 13, 2020

Conversión



Conversión

 

En el bosque de la vida, me encontraste,

con el duro pesar, de hallarme solo,

lobo solitario en gran contraste,

a tu bello parecer, de tierno gladiolo,

sin saber a mi fiero corazón, tú lo dejaste,

encerrado, dentro de un amoroso alvéolo.

 

Muy rápido, pasó mi arisca rabia,

cuando me miraste con dulzura,

mi sangre corría como la sabia,  

que corre rauda en la espesura,

de aquellos arboles de Arabia,

que inspiran amor y ternura.

 

Me quitaste la piel sucia y salvaje,

me vestiste con un traje de amor,

hiciste que mi alma sin ambages,

se dejara llevar sin resquemor,

y de lobo salvaje, me mutaste,

a un lobo caballero y campeador.

 

Hoy a tu lado, soy cariñoso,

olvidé el resabio y el desamor,

solo veo tu rostro hermoso,

que mira con dulzura alrededor,

cuidándome con un deseo celoso,

y nunca vuelva a ser, un lobo destructor.

 

Autor: José Prado

@Derechos reservados por el autor

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