Thursday, January 30, 2014

Tierra de nardos hermosos




Tierra de nardos hermosos.

Tierra de nardos hermosos,
llena de luna, y de sol,
es la tierra de mi canto,
canto que es puro amor.

Canto que se va volando,
con mi alma, y corazón,
manchado con tinta de sangre,
a destiempo con dolor.

Mi alma de negro azabache,
por la vida, y su rencor,
viste ahora blanco sudario,
de lino blanco su camisón.

Me encontraste solitario,
sobre un banco te esperaba,
tú con tu azadón vestida,
y de mi alma enamorada.

Tierra de nardos hermosos,
cuando ya no esté,
recuérdame con mis versos,
en ellos yo te canté.

Grita que en mi vida,
a tantas damas amé,
que no puedo despedirlas,
sin ellas, sin ellas yo me marché.

Tierra de nardos hermosos,
a mi tierra a donde iré,
en cenizas por las aguas,
por donde de ti me marché.

Tierra de nardos hermosos,
mi Cuba que libre soñé,
a ti te dejo mi recuerdo,
en los versos, esos que te canté.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
USA

Nunca podrá él.




Nunca podrá él.

Ya hicimos el amor, solamente el tiempo podrá juzgarnos,
mirando tus ojos, desde este dulce infierno que seduce,
tanta, tanta ternura, al mirar me produces,
que no podemos, no podemos dejar de besarnos.

No me canso de mirar tus ojos, de tocarte,
de amar tu risa, que sentimientos deshojan,
no importa el secreto, que te hace inmolarte,
cuando estamos inmersos, en las mentiras que me ahogan.

¿Como podrás escapar de mi deseo, de mi amor?
¿Como podrás alguna ves, tener calma?
Seré tu eterno castigo, desde el fondo del alma,
de tu corazón altivo, seré siempre el terror.

En tus noches con él, te robaré el pensamiento,
cuando te levantes, estaré en tu alborada,
a donde huirás mujer, que has sido amada,
con el poder que tiene un regimiento.

El tiempo dirá la última palabra, entre nosotros,
que envolverá solamente nuestros corazones,
allí donde se hicieron las prisiones,
que encarcelan el querer de muchos otros.

Nunca hallará el de nuevo el alma que te robé,
en esa tarde de caricias, sentir, y arrullos,
nunca podrá él abrir de tu pasión el capullo,
como lo hice yo, mujer cuando te besé.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Wednesday, January 29, 2014

No se que hacer.



No se que hacer

Sentado solo en mí mesa,
pensando en tu figura,
delicada foto de la belleza,
de amor soñé, y de ternura;
se me acaban ya las lisuras,
para desear amante, yo tu vida,
oculta en una profunda espesura,
lejana, y desaparecida.

Plantado soñando redime,
mi amor, lo que hube de hacer,
y en el momento sublime,
volviste amor a desaparecer,
yo tu cuerpo divino de mujer,
poder poseerlo lo añoraba,
se agotó mi agua, pues yo te amaba,
pero tú te olvidaste de mí querer.

Sentado solo en mí mesa,
recuerdos bellos escribo en piedra,
allí pegados se quedan como la hiedra,
entendiendo muy bien de mi tristeza,
si salen de mi versos, sin belleza,
no es pura, e inocente casualidad,
es porque mi alma en verdad,
no puede pensar, ya con simpleza.

¡Como has dejado mi corazón!
con tu sentimiento malvado,
con esta ilusión me has dejado,
en mi pensamiento, sin razón,
yo en empedrado, y frío paredón,
fusilé en mi alma tus amores,
recordando tu mirar, siento dolores,
pues no se que hacer, ya sin tu amor.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Hermosura colombiana




Hermosura colombiana.

Atrévase a dejarme ver su hermosura,
le regalaré mujer, una rosa de versos,
que nada podrá igualar, en el universo,
creación perfecta,  preciosa, divina criatura.

Escribiré versos, soneto, alejandrino,
dificultosa rima, del maestro Rubén Darío,
que fluirá como Amazona, caudaloso río,
al verte Venus de Cíteles, cuerpo divino.

Atrévase a dejarme ver su hermosura,
no tema inocente, escritora mirada,
solo plasmaré, en versos amor, y ternura.

Bella luz, encerrada en tu tierna mirada,
nombre de mujer linda, tiene tanta dulzura,
nació en tierra orgullosa, y Colombiana.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Tuesday, January 28, 2014

Entre cielo, tierra, y la cascada




Entre cielo, tierra, y la cascada.

Oscuro diamante, el negro cielo,
cascada tu cuerpo bello bañaba,
una intensa acuosa frazada,
que te cubrió con transparente velo.

Tu risa torrente a carcajadas,
competía con aquel fuerte estruendo,
cuerpo hermoso estaba cubriendo,
Dios mismo en aquella madrugada.

Una corona de blanca espuma,
aureola en tu cabeza formaba,
mujer divina, inmersa criatura.

Mirando de lejos te admiraba,
reluciente de tu risa dulzura,
entre cielo, tierra, y la cascada.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Por que te fuiste mujer?




¿Por que te fuiste mujer?

Si forzada alguna vez,
una lágrima brotó,
si fruncida mi piel,
alguna vez quedó;
no lloré por tristeza,
ni me arrugue por vejez,
es que se fue tu belleza,
junto a tu amor de mujer.

Y por los sueños de antaño,
que no pude cumplir,
porque no me alcanzan los años,
que me quedan por vivir;
esa lágrima brotó de mis ojos,
y se arrugo mi sien,
también se doblaron de hinojos,
mis piernas sin sostén.

Mirando tú fotografía,
Sonriente, y sin desdén,
no entiendo porque te fuiste
de mi tierno querer;
¿Donde estuvo mi desatino?
¿Cuándo falte a mi deber?
si no existe el destino,
¿Por qué te fuiste mujer?

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Monday, January 27, 2014

Recuerdos pasionales





Recuerdos pasionales.

Sol, amanecer, olas en la mar,
todos aliados furtivos,
de ese eterno gemido,
que deja tu boca al amar.

Cuerpos enamorados,
risas que con resuello,
marcan todo lo bello,
en un tierno suspirar.

Tu voz fue melodía,
que llenó los matorrales,
que rodeaban los lugares,
aquel arenoso mediodía.

Cuerpos tostados de sol,
con sabor a sal, y arena,
pasión dimos a manos llenas,
aquel hermoso día del amor.

Hoy ya viejo recordando,
la fricción de nuestros cuerpos,
mi corazón queda yerto,
pues aún te sigo amando.

Hoy Luna, noche, olas de la mar,
me dejan aquel recuerdo,
se acabo aquel sol eterno,
y llegó el invierno matinal.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Todo nace por amor


Todo nace por amor.

Por amor se mueve la tierra princesa,
por amor todos hoy existimos,
porque amor fue el disfrute divino,
cuando creó Dios a la naturaleza.

Por amor vibra el alma, tiembla la mano,
cuando vemos a un ser hermoso,
que nos llena de luz, y alborozo,
y al fin sus besos disfrutamos.

Por amor se regala una flor,
se corre riendo por la arena,
se vuelve la vida paz serena,
risa, felicidad, y candor.

No hay nada con más color,
nada que de más vida,
que la mirada sentida,
que nace por el amor.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor

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Sunday, January 26, 2014

Flor del cielo




Flor del cielo

Una flor del cielo, fueron tus ojos,
tiernos, dulces, bellos en su mirada,
mi vida dejaste a ti atada,
al reír, mi amada de labios rojos.

Perfumada osadía de los tiempos,
fue tú aparecer, con el arrojo,
que borró de mí ser aquel enojo,
como polvo que se lleva el viento.

Disfruté de tu aliento, la brisa,
de tu alma su sincera frescura,
con esa pasión que no tiene prisa.

Porque eras bella, toda ternura,
por mi cuerpo entero se desliza,
mi flor del cielo, y su hermosura.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Saturday, January 25, 2014

Sentado en mi cama




Sentado en mi cama.

Aquí sentado en mi cama,
he escrito de mis dolores,
también de las pasiones,
que mi cuerpo derrama.

Aquí sentado, sufrí sin temor,
el abandono, el desencanto,
aquí llené con encantos,
a bellas damas con amor.

Aquí sentado en mi cama,
de nuevo me asalto la duda,
¿Será mi alma tan dura?
Que al dolor siempre llama.

Bajé mi cabeza, arrepentido,
a mi Dios oré en ayuno,
pues fueron mucho más que uno,
los pecados cometidos.

Recordé entonces tu voz serena,
con aquella tibieza lozana,
miré ¡OH Dios! Estaba en mi cama,
hablando con las estrellas.

Si yo pedí perdón a Dios pensé,
si sentí que él me perdonó a mí,
¿Por qué no perdonarte a ti?
Volví a ser feliz, y dormido me quedé.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Friday, January 24, 2014

Ola de amor



Ola de amor.

Como olas que buscan,
la orilla de la playa arenosa,
mis ojos te envuelven,
en remolinos mujer hermosa,
es tu figura de diosa,
el panal de mi miel,
ese panal construido,
con tu tersa, y bella piel.

Busca mi sol, tu cuerpo,
cuerpo de bella estructura,
para quemarte con mis rayos
en una divina locura;
adoro tu cara, y tus labios,
tus pechos, y tu cintura,
tu sexo tan bien hecho
que arrebata mi mesura.

Cuando llegaste a mi orilla,
mujer, pasión de mi vida,
mi alma puse de rodillas,
ante tu cuerpo rendida,
tú que mi alma enrollas,
con la fuerza impetuosa del mar,
como cuando la roca arrolla,
una ola, de agua, arena, y sal.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Thursday, January 23, 2014

Exhaustos de amar




Exhaustos de amar.

Una vez mirando a tus ojos,
me di cuenta que querías amor,
se fue el  esperar con temor,
arrebatado por enojo,
me acerqué con premura,
sin dejarte de mirar,
y besé tu boca sin cerrar,
mis ojos a la ternura.

No haces resistencia,
a mi atrevido movimiento,
se movieron los cimientos,
mientras te quito la ropa,
tu corazón como una tropa,
galopa allí en tu pecho,
mientras tu ropaje deshecho,
flor caída se deshoja.

Te amaba sin descanso,
disfrutando cada momento,
saboreaba el sentimiento,
entre tus piernas un remanso,
en tus gritos pasionales,
regodeaba yo mi gusto,
temblaron tus muslos,
en orgasmos sin iguales.

Exhaustos por el amar,
felices por el esfuerzo,
en nuestros cuerpos inmerso,
quedó nuestro suspirar,
envuelto en tus cabellos,
en mi pecho tu cabeza,
disfruté de tu belleza,
pues amarte… amarte es bello.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Sonrisa




Sonrisa

La sonrisa que libera el alma,
no nace por obligación,
es la gracia del alma,
y el sentir del corazón,
pedirla es imposible,
crearla no se hace,
pues sale como invisible,
viento cuando nace.

La tristeza del corazón,
tampoco es obligada,
crece si no hay ganas,
de volver a sentir pasión,
y yo experimentado,
hombre en el sufrimiento,
salí de la amarga tristeza,
creedme, casi sin aliento.

Pero al fin pasé la página,
llené mis espacios, reí, canté, lloré,
pero sobre todas las cosas,
viví, luché, y otra vez amé,
busque en otros brazos,
aquella sonrisa, que tanto anhelaba,
dejé que se fuera la oscuridad,
sin resistir a la alborada.

Esperé paciente el amanecer,
disfrutando los atardeceres,
hasta que llegó el amor,
de entre todas las mujeres,
y ahora río, y canto, vivo con alegría,
no hago nada de prisa,
porque en mi rostro llevo siempre,
llevo siempre, una sonrisa. 

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Wednesday, January 22, 2014

Regalo de amor


Regalo de amor

La noche era esplendorosa,
noche de luna llena, y requiebros,
los olores de los verdes cedros,
emulaban con los de las rosas,
nuestros cuerpos dijeron mil palabras,
no hubo entre nosotros negaciones,
todas fueron tiernas afirmaciones,
llaves para que toda puerta se abra.

En silencio nos amamos como nunca,
cada poro suspirando un te amo,
en cada movimiento un reclamo,
de esos que a los tabúes desnuca,
tomada de las manos montabas,
el corcel rígido de mi querer,
y tus ojos color de miel,
sin evitarlo me miraban.

Un derroche de caricias no planeadas,
nuestros pechos, brazos, se abrazaban,
y los labios sedientos se buscaban,
todavía no llegaba la alborada,
perlas de amor era el sudor,
que en tu cuerpo burbujeaba,
al fin eras una mujer amada,
al fin te regalaba Dios el amor.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor.
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Tuesday, January 21, 2014

No poder olvidar




No poder olvidar.

Solo en mis negras, eternas noches,
no encuentro el deseo, ni el amar,
de sufrir no encuentro paz, y final,
porque me llena odio, grande dolor.

No puedo en alguien amado confiar,
con este eterno sueño de amor;
con valor, deseo, ira, pasión, furor,
porque amé una vez de forma total.

Y entonces encontré vacío moral,
el puñal que mató mi sano amor;
sin que pueda yo andar, y perdonar.

Porque dejó herido mi corazón,
y por no poderte mujer olvidar,
perdí la paz innata, y mi candor.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Monday, January 20, 2014

De algo no se




De algo no se

Conozco del sol, y la luna,
su incesante correr,
también algo conozco,
del amor de una mujer.

Se de besos, y ternura,
en noches de desvelo,
se también del dolor,
que causa el maldito celo.

Se de vivir mil veredas,
que a muchos lados van,
de ríos, y corrientes,
que siempre llevan al mar.

Se de risas, y llantos,
se de mil cosas más,
y de tanto, tanto saber,
a veces quisiera llorar.

Porque de algo no se,
porque fallé mas de una vez,
y es como poder amar,
amar a una buena mujer.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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Encontré tu perdonar




Encontré tu perdonar.

Busqué una palabra de amor,
soñé dolores, con pasión elocuente,
me sentí a tu amor delincuente,
lloré en silencio mis dudas,
conociéndome pecador, y sucio,
busqué el descanso de tu figura,
pero no hallé la delicia del perdón,
yo hombre lleno de pasión,
¿Cómo no encontrar tu perdonar?

Traté de explicar mi desconsuelo,
excusando mí mal proceder,
pero tu mirada de mujer,
no me dio ningún apoyo,
era como el acero punzante,
que atraviesa el cuerpo,
la tibia, la suave carne,
me sentía triste, no podía aliviarme,
¿Cómo no encontrar tu perdonar?

Pensaba en mi noche de tristeza,
tu boca, tus besos, tus caricias,
recordé de pronto las delicias,
que hacerte el amor me daba,
no olvidaba aquellas palabras,
que encendieron una vez mi alma,
y de pronto sin esperarlo, recobré la calma,
oí tu voz, y al mirar atrás, en mi desvelo,
encontré al fin tu perdonar.

Autor: José Prado
@Derecho reservado por el autor
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Sunday, January 19, 2014

Noche



Noche

Noche amiga de los enamorados,
amiga de los que sufren,
de aquellos que desvelan,
por un dolor arrebatados.

Te escribiré unas líneas,
bajo un viejo farol,
porque así se disfruta la noche,
cuando no esta hecha de amor.

Lloraré versos mojados,
con lagrimas de mi sufrir,
ahora solo recostado,
pero sin poder dormir.

¡Ay noche a veces soñada!
por un loco de amor,
otras veces odiada,
por el triste desamor.

Te escribiré tristes cuartetas,
yo que odio tu color,
ese negro impenetrable,
símbolo de mi dolor.

Te escribiré mi tristeza,
y te diré mi razón,
es que ya no quiero estar solo,
como esta hoy mi corazón.

Autor: José Prado
@Derechos reservados por el autor
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